El local de Robles que se ubica en el edificio Laredo saldrá a licitación. Tras quedar desierta la subasta, la Gerencia de Urbanismo sacará a concurso público el inmueble ubicado en el número 90 de la calle Sierpes que se encuentra abierto bajo la firma de hostelería Robles con la denominación comercial La Bodeguita de Sierpes.

Los técnicos de la Gerencia se encuentran redactando unos pliegos que incluirán un contrato de arrendamiento por quince años prorrogables por otros cinco. Pasado el plazo de veinte años, el Ayuntamiento recuperará la gestión de un establecimiento que adquirió el 19 de noviembre de 1997. Aún se desconoce la renta que solicitará a los futuros inquilinos, aunque en la subasta era un alquiler de 38.400 euros al año, poco más de 3.000 euros al mes.

La venta pública al mejor postor para la adjudicación del contrato de alquiler del local quedó desierta al resultar "inadmisible" la única oferta presentada por los inquilinos actuales. Todos los empresarios de hostelería interesados pudieron presentar ofertas, aunque Robles mantenía un derecho de adjudicación preferente siempre y cuando igualase la máxima oferta presentada como se recoge en la Ley 29/1994 de 24 de noviembre de Arrendamientos Urbanos, según la cual el arrendatario tendrá derecho a continuar en el local arrendado si el arrendador pretendiese celebrar un nuevo contrato con distinto arrendatario antes de haber transcurrido un año a contar desde la extinción legal del arrendamiento.

El local está incluido en el denominado Patrimonio Municipal del Suelo y había sido objeto de un contrato de alquiler de renta antigua desde el 1 de enero de 1940 hasta el 20 de diciembre de 2015, fecha desde la cual no rige ningún contrato tras menos de un año en manos de Robles. El gobierno de Juan Espadas optó por sacar a subasta un nuevo contrato de alquiler con el objetivo de mantener el uso hostelero. El establecimiento tiene una superficie de 54,65 metros cuadrados. Se trata de una ubicación privilegiada, en el arranque de la calle Sierpes, a la vera de la Plaza de San Francisco y junto al conocido bar Robles Laredo.

La firma Robles también se hizo con el primer local del Laredo (la mítica cafetería de la esquina) durante el mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín, en una operación no exenta de polémica que consistió en un traspaso en el que cobraron tanto el Ayuntamiento como los anteriores dueños del negocio. Una operación de 300.000 euros que terminó con una polémica reforma del local.