La modificación de la fecha de celebración de la Feria de Sevilla no es una página que el gobierno de Juan Espadas haya cerrado hasta la próxima primavera. El proceso de participación que se puso en marcha para consultarle a los sevillanos sobre ese cambio en el calendario llevaba parejas dos medidas posteriores. Por un lado, la declaración de los festivos y por otro la determinación de la fecha de la Feria.

La primera decisión se acordó en el pasado Pleno, cuando se aprobó la propuesta del gobierno para que el festivo de la Feria sea el lunes 1 de mayo, y para que se mantengan, por tanto, en 2017 los festivos locales de San Fernando y el Corpus.

La segunda decisión, la modificación de la fecha, ya se había adoptado en otras ocasiones mediante una resolución. Por ejemplo, cuando se decidió cambiar el calendario y adelantar la Feria o dejar que recayera íntegramente en el mes de mayo. Sin embargo, tras valorar el criterio de los técnicos de Fiestas Mayores, ahora se ha optado por incluir esta nueva propuesta de fecha de la Feria en la ordenanza, con el objetivo de darle "una mayor solvencia y seguridad jurídica". El gobierno de Espadas entiende que una regulación por ordenanza aprobada por el Pleno debe ser alterada por el propio Pleno y no sólo por el gobierno, dando por tanto la voz y el voto a todos los grupos de la Corporación. De esta forma, se modificará la ordenanza de Feria y será el Pleno del Ayuntamiento quien deba ratificar la propuesta del gobierno de atender el resultado de la consulta ciudadana.

¿Es que Espadas no quiere tomar solo la decisión? El planteamiento del gobierno, según se ha trasladado a los grupos municipales, es que se analice tras la próxima Feria el resultado del nuevo modelo y que, en caso de que se decida volver al anterior, sea planteado al Pleno para la aprobación de la modificación de la ordenanza. Con este modelo, y tras el proceso de participación al que acudieron más 40.000 personas y que fue objeto de burla nacional y minutos de oro en los telediarios, la decisión vuelve al Pleno.

Quizás el debate de esta modificación puntual que plantea Espadas sirva también ahora para aclarar si se van a seguir haciendo consultas y para qué temas. Dentro de unos meses se podrá evaluar si tanto ruido mereció la pena.