El sueño de una ciudad adaptada a los peatones que propuso hace un año el grupo universitario de investigación HUM-411 liderado por el arquitecto catedrático Gonzalo Díaz-Recasens y el ingeniero de caminos Indalecio de la Lastra, una investigación premiada este verano por la XIII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, es uno de los objetivos que se propone el nuevo plan de movilidad urbana sostenible de Sevilla capital, que se adjudicará en pocas semanas y debería estar redactado a finales de 2017.

Según el pliego de condiciones técnicas publicado que rige la elaboración del plan, la empresa que se haga con el contrato tendrá que proponer y desarrollar medidas para mejorar la movilidad de los peatones en el municipio en dos sentidos: "Estudiar el efecto barrera que suponen determinadas infraestructuras y proponer actuaciones encaminadas a la permeabilidad peatonal en todo el casco urbano". Con este fin, la adjudicataria debe considerar todos los factores (seguridad, iluminación, sección de la vía...) que hagan la vía "atractiva y cómoda". Ésta es una de las 14 medidas incluidas en la segunda fase de redacción del plan y todas forman parte de los "contenidos mínimos" que debe tener.

Como propuesta para reordenar y mejorar el transporte público, el pliego de condiciones obliga a estudiar la situación de la población, los empleos, los servicios y los desarrollos futuros respecto a la actual red de autobuses, tranvía, Metro, taxis y Cercanías, con vistas a adecuarlos a las necesidades de movilidad del municipio.

La tercera medida del plan apunta a planificar el viario futuro de Sevilla de acuerdo a los planes de desarrollo urbanístico previstos y analizar la incidencia en el viario actual de la movilidad generada por los nuevos desarrollos.

Para mejorar la gestión del aparcamiento, dada la ocupación cada vez mayor de la vía pública por parte del vehículo privado que impide dedicar estas zonas a espacios públicos, infraestructuras u otros modos de transporte, el adjudicatario debe planificar estrategias de futuro y definir propuestas coordinadas para la gestión del aparcamiento para residentes, rotación, carga y descarga, y zona azul.

La quinta medida del plan se refiere a medidas que descongestionen las vías de la ciudad saturadas de tráfico, ya sean principales, secundarias o locales, bien con un mejor reparto de modos de transportes que reduzca intensidades de circulación o bien proponiendo nuevas infraestructuras. Cada opción debe cuantificarse económicamente.

La sexta medida tiene que ver con proponer alternativas para la distribución y transporte de todo tipo de mercancías, y analizar por dónde acceden, en qué horario y lugares realizan la carga y descarga, y la peculiaridad de cada zona.

En seguridad vial, la séptima medida es actualizar los estudios existentes y hacer propuestas sobre los factores críticos de la accidentalidad (vía, vehículos, conductor, peatones).

El punto octavo se refiere a proponer medidas para fomentar que las empresas dispongan de planes de movilidad para sus trabajadores y concedan beneficios a los empleados que opten por la movilidad sostenible.

El punto noveno obliga a especificar medidas para las zonas con mayor nivel de contaminación y de congestión, adaptadas a cada lugar y en consenso con los agentes involucrados.

Más genérica es la décima medida dirigida a buscar "políticas de integración tarifaria" de los modos de transporte de la ciudad, sin especificar nada más, y a mejorar los intercambiadores facilitando el acceso al entorno de éstos y con aparcamientos.

El fomento de vehículos de energías limpias es la undécima medida, centrada en los coches eléctricos y en los sistemas de coche compartido, sobre los que el Ayuntamiento pide propuestas de implantación que aclaren las infraestructuras necesarias y la financiación. El punto duodécimo obliga a medidas para el transporte discrecional.

Respecto a la financiación de todas las propuestas, la delegación municipal de Movilidad aclara en el punto número 13 que todas las medidas "deben ir acompañadas del mejor sistema de financiación" y que "sobre todo deberán diseñarse sistemas ajenos a los presupuestos municipales".

El último mandato, número 14, se refiere a la obligación de hacer un seguimiento anual de todas las medidas y acciones que fije el que será el primer plan de movilidad urbana sostenible de la capital de Sevilla.