Que la hostelería es uno de los sectores en los que se sustenta la economía sevillana y que, en tiempos difíciles y con el turismo de la mano, está tirando del carro, es algo apreciable a pie de calle. Pero los datos también lo corroboran. Según el último estudio Mercado de trabajo de los jóvenes andaluces 2015, elaborado por el Observatorio Argos de la Junta, la de camarero fue la actividad que más contratos a jóvenes generó durante ese año, un total de 59.022, y la que más se incrementó. En concreto, se firmaron 10.700 contratos más que en 2014 a personas de entre 16 y 29 años para servir en bares y restaurantes, lo que supone un incremento del 22%.

Esta ocupación se consolida así como la que más empleo genera entre la población joven sevillana, seguida de la de peón agrícola, con el 15,44% del total; y la de vendedor en tiendas y almacenes, que acaparó el 6,08% de los contratos a personal de entre 16 y 29 años.

Entre las actividades que más contratos generan entre los jóvenes sevillanos están además las de peón en industrias manufactureras; peón de transporte de mercancías y descargadores; vendedor en tiendas y almacenes; recepcionista (sin incluir los de hoteles); cocineros asalariados (otro aspecto vinculado al auge de la hostelería); instructores de actividades deportivas (un fenómeno que tiene que ver con el auge de gimnasios y la actividad deportiva en general); los vigilantes de seguridad y, también entre los diez primeros, están los compositores, músicos y cantantes.

Muchos de esos trabajos se encuadran en el gran grupo de ocupación que el Ministerio de Economía define como trabajadores de servicios de restauración, personales, protección y de vendedores que, en su conjunto, incrementaron los contratos registrados en Sevilla en un 14,47%.

Lejos de las cifras que proporciona el boom de la hostelería para el empleo juvenil, también se incrementó el número de contratos a jóvenes en ocupaciones de profesionales científicos e intelectuales (un 8,72%); la de técnicos y profesionales de apoyo (7,67) y de empleados contables administrativos y de oficina (1,49), así como los operadores de instalaciones y maquinaria y montadores (un 1,28). Por contra, siguieron cayendo los trabajos relacionados con el mundo de la construcción.

Según este estudio, la tasa de empleo joven de Sevilla sigue estando por debajo de la media andaluza, que se encuentra a su vez por debajo de la media nacional. Poco más de 29 de cada 100 sevillanos de entre 16 y 29 años tienen trabajo, frente a los 31 de Andalucía o los 36 de España. Sevilla sí está por encima en tasa de paro, que en esta franja de edad es del 48,41%, casi tres puntos por encima de la media andaluza. Los desempleados que no han cumplido los 29 años suponen prácticamente el 30% del total de desempleados sevillanos.

Y, aunque en Sevilla también se ha reducido la población parada joven (0,71%), su ritmo de descenso queda lejos de la media de Andalucía (la reducción rozó el 10%) y la de España, donde alcanzó el 11,23% en el mismo periodo.

Lo que deja de nuevo claro este trabajo del Observatorio Argos de la Junta es que, aunque muchos jóvenes terminen trabajando en algo distinto a lo que tenían pensado cuando cursaron determinados estudios, la formación es determinante para abrirse paso en el mercado laboral, por los recursos personales que, como poco, proporciona. "El nivel formativo está estrechamente vinculado" a las "oportunidades de encontrar empleo", resume el trabajo. A nivel andaluz, la tasa de paro entre los jóvenes con estudios es del 34,51% frente al 54,63% que se registra cuando no hay formación alguna, 20 puntos más.

En el caso de la provincia de Sevilla, hay datos también llamativos en ese aspecto. Cada vez hay menos contratos para jóvenes sin estudios (cayeron casi un 10,5% de 2014 a 2015); pero sí aumentaron para el resto de niveles formativos.