Sevilla

El Trascoro de la Catedral ya luce el último anillo de uno de sus pilares dañados

  • El otro anillo dañado se prevé que esté acabado en junio de 2009 dentro del programa de sustitución de dos pilares por piedra 10 veces más resistentes.

El último anillo de uno de los pilares que están en restauración en el Trascoro de la Catedral de Sevilla, que estaban dañados, fue colocado este lunes, mientras que el otro estará acabado en junio de 2009 dentro de la sustitución de estos sillares del siglo XV por otros similares, pero diez veces más resistentes.

Estas obras, costeadas por el Ministerio de Cultura con 1.356.863 euros, aunque el Cabildo Catedral ya aportó 500.000 para el estudio, el proyecto y la estructura de apeo colocada, comenzaron el 25 de mayo de 2007 por el pilar 5C y han durado 16 meses, y la sustitución del otro, actualmente en ejecución, empezó 5 meses y medio después.

Junto al deán del Cabildo, Francisco Ortiz, que consideró "una gran satisfacción para la ciudad y la Catedral" la conclusión de la primera parte de ese "gran reto", al acto acudieron el maestro mayor del monumento gótico sevillano, Alfonso Jiménez, el ingeniero José Luis Manzanares -director de la obra- y otros de sus responsables.

El conservador de la Catedral explicó a los periodistas que en ambos pilares, de 16 metros de altura y que se levantaron hacia 1435 bajo la dirección del Maestre Carlín, han usado el mismo tipo de piedra arenisca -procedente de una cantera entre Albacete y Alicante-, "pero diez veces más resistente que la original", traída en su día en barco de canteras de El Puerto de Santa María.

Destacó que, para su sustitución, han empleado "plantillas casi medievales para asegurar la forma original de las piedras colocadas" y una estructura de apeo, que actúa como "una férula" y soporta las cargas del pilar de piedra sujetándolo por arriba y descargándolo mediante ocho pilares metálicos sujetos por anillos de madera.

Afirmó que la Catedral de Sevilla, el monumento gótico más grande del mundo, "se mueve todos los días con el mismo movimiento -suelen ser milímetros, pero el máximo ha sido casi 2 centímetros- por la temperatura y la humedad, perfectamente predecible y que ahora se ha aprovechado al quitar y colocar los sillares para ir a favor de él: es como si toda la Catedral diariamente aspirara y soltara el aire".

El ingeniero de la obra dijo que ambos pilares "estaban partidos, pues la Catedral de Sevilla probablemente sea la catedral del mundo con menor resistencia de la piedra".

Recordó que "cuando se cambió la Scala de Milán, estuvo décadas cerrado, como la Seo de Zaragoza, pero aquí se ha hecho con el público alrededor y ha sido un verdadero reto técnico".

Manzanares y Jiménez precisaron que ahora no urge cambiar ningún pilar más del medio centenar que tiene este templo gótico, "pero algún día habrá que ir sustituyéndolos todos".

En esta obra trabajan seis obreros y un capataz de la empresa Joaquín Pérez SL y, aunque no empezó a ejecutarse hasta noviembre de 2006, los primeros estudios y el proyecto se iniciaron en 1997.

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