DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Sevilla

En Semana Santa se puede "cantar por soleares, bailar por sardanas o vivir en silencio", según Amigo Vallejo

  • El cardenal advierte de "peligros" como el "culturalismo vergonzoso" y la "falta de delicadeza" de quienes acuden a las procesiones por "tradición o por motivos culturales"

El cardenal arzobispo de Sevilla, monseñor Carlos Amigo, aseguró hoy en Valladolid que en Semana Santa se puede "cantar por soleares como en el Sur, bailar por sardanas, o vivir en silencio como en Medina de Rioseco".

Amigo destacó, en la inauguración del Congreso Latinoamericano sobre Religiosidad Popular que se celebra desde hoy hasta el viernes en la Facultad de Derecho de la Universidad vallisoletana, que, por encima de las distintas maneras que existen en España para vivir la religiosidad popular, se encuentran los valores de la Semana Santa. En este sentido apuntó que las principales características de esta época para los católicos son la Fe, la familia y la fiesta.  

El cardenal explicó que a la misma hora, un día de Viernes Santo, puede salir una misma procesión en Sevilla y en Valladolid y, mientras la primera está acompañada por "piropos, vítores y tres bandas de música", a la segunda la rodea un "silencio sobrecogedor". Pero, como apuntó Carlos Amigo, se trata de "el mismo Evangelio".

Por ello aseveró que la Semana Santa se puede "cantar por soleares como en Sevilla, bailar por sardanas en Cataluña o vivir en silencio como en Valladolid o en Medina de Rioseco", localidad de la que el purpurado es natural. 

Monseñor Carlos Amigo, también destacó que, pese a que en torno a las semanas santas más turísticas se despliega una importante actividad turística, hostelera y comercial, "lo verdaderamente importante es el contenido". Asimismo, señaló como "peligros" que amenazan a la fiesta de la Semana Santa el "culturalismo vergonzoso" y la "falta de delicadeza" de aquellas personas que acuden a las procesiones por "tradición o por motivos culturales".

El arzobispo de Sevilla aseveró que "nadie" debe tratar de decir a las personas que "viven la Semana Santa" que no se trata de una "fiesta religiosa", porque, apostilló "lo que no se celebra, se pierde". Además justificó que se trata de una fiesta porque se conoce el final que es la "apoteosis" de la Resurrección de Jesucristo.

Así, resaltó que, a su juicio, las celebraciones de la Semana Santa cuentan cada vez con un "mayor sentido" y que, por ello, el "peligro del fin de la religiosidad no existe". En este primer congreso sobre religiosidad popular de toda Hispanoamérica, Amigo recordó que en los países sudamericanos las fiestas se viven de otra manera porque, según su opinión, "necesitan llorar una muerte, cantar en una boda o hacer palmas en un bautizo".

De este modo, recalcó que la Iglesia está abierta al futuro y que no tiene miedo de la posible expansión en Sudamérica de otros cultos como el Evangélico. "La Iglesia no tiene nostalgia del pasado ni miedo del futuro, sólo tiene que ofrecer lo que puede ofrecer, sin imponer nada a nadie", afirmó.

Por último, también quiso lanzar un mensaje a los fieles ante la situación de crisis económica por la que atraviesa el país. A este respecto invitó a que se lleve a cabo una "reflexión" ante lo que calificó de "fenómeno de envergadura" y que el resultado "sea para bien".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios