Sevilla

Cerca de 400 peatones son arrollados al año en el casco urbano de Sevilla

  • La mayoría de los siniestros son imputados a la imprudencia de los viandantes, seguida por la conducción temeraria y los fallos de señalización · Centro, distrito Sur y Nervión, zonas con mayor tasa de accidentes

Los concatenación de atropellos en la capital en los últimos días, con una cadencia de cinco accidentes de tráfico con peatones de víctimas en el plazo de una semana, pone el acento en el peligro que representan las vías urbanas para la movilidad de los viandantes al margen de las escalofriantes estadísticas que, a diario, arrojan las carreteras. Unas veces por conducción temeraria de los conductores -rebasar semáforos en ámbar, exceso de velocidad y no respetar los pasos de cebras como causas principales-, otras por la propia imprudencia de peatones y ciclistas -cruzar semáforos en verde para el tráfico, transitar con auriculares y atravesar calles al margen de los pasos de cebra- y algunas más por problemas de señalización y visibilidad -el caso Hytasa a causa de un semáforo sin corriente eléctrica queda ya como referente de los atropellos mortales en Sevilla-, lo cierto es que los atropellos de peatones en Sevilla capital se erigen en el cuarto incidente urbano de mayor envergadura por detrás de la colisión frontolateral entre dos vehículos, los choques por alcance y las colisiones en general.

Las estadísticas del centro de control de tráfico del Ayuntamiento de Sevilla y de la propia Policía Local así lo confirman. En las calles de la capital se registran al año alrededor de 400 atropellos, una cifra que, si bien supone una reducción del número de percances con respecto a los últimos años -en 2005, por ejemplo, se contabilizaron hasta 559 atropellos-, mantiene casi la misma proporción interanual de víctimas mortales: entre seis y siete peatones mueren al año en el asfalto de la ciudad, al igual que lo hicieron Benjamín Olalla en el Polígono San Pablo, arrollado por Farruquito; Concepción González, en la avenida de Hytasa, y, la pasada semana, una mujer de 47 años en la Ronda del Tamarguillo.

En cualquier caso, este índice de siniestralidad arroja un dato preocupante: Al día se registra al menos un atropello, y ello pese al esfuerzo de la administración local por mantener vías urbanas y señalización en las mejores condiciones posibles y de la Policía Local por aplicar con celo tanto el código de la circulación como las normativas locales. Según los datos del pasado año, con una tasa de atropellos de 388 incidentes donde no se contabilizan los ocurridos en la ronda de circunvalación SE-30 -cuyo tráfico regula la Guardia Civil, aunque varios de sus tramos tengan la consideración de vías urbanas-, cabe destacar el distrito Casco Antiguo como una de las zonas con mayor índice de accidentes debido a los problemas de visibilidad, estrechez de las calles y, en ocasiones, la angostura de las propias aceras. Esta zona acapara más del 15% de los atropellos anuales, justo por delante de los distritos Sur y Nervión, con tasas superiores al 11,5% por causas atribuibles, en la mayoría de los casos al exceso de velocidad e imprudencia de los viandantes. Los distritos con menor siniestralidad -entre el 3% y el 5% de los atropellos- son Los Remedios, Norte y Bellavista -éste último logró invertir la casuística mortal desde la conversión en bulevar de la anterior N-IV a su paso por el barrio-.

A escala nacional, Sevilla se enmarca en la horquilla estadística de las grandes ciudades sin llegar a los niveles de las grandes masas metropolitanas, como Barcelona y Madrid. Esta última, por ejemplo, cuadruplica la cifra de atropellados de Sevilla y rebasa ampliamente los 1.800 peatones arrollados por vehículos por ejercicio, de los que fallecen una media de 25, según informa un estudio elaborado por la Federación Internacional del Automóvil en colaboración con el Race. Las seis ciudades de más de 500.000 habitantes (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza y Málaga) concentran la mitad de los accidentes y el 29% de las víctimas mortales de toda España, según la DGT.

Con todo, España pasa por ser el país con mayor tasa de atropellos mortales de Europa, lo que confirma el informe elaborado por Consumer Eroski tras estudiar el comportamiento de 99.000 peatones en 18 capitales, entre ellas Sevilla, que concluía que los viandantes no eran conscientes de que sus imprudencias podían costarles la vida. El 91,5% de los peatones fallecidos en España cruzaban incorrectamente la vía, un porcentaje que desciende al 77% de media del resto de países analizados (Bélgica, Austria, Italia, Finlandia, Alemania, Suiza, Reino Unido, Holanda y Noruega).

Cruzar los semáforos en rojo, no comprobar si se aproxima algún vehículo aunque tenga prioridad y, sobre todo, cruzar la calzada en zonas no habilitadas para ello son comportamientos habituales entre los viandantes. Las personas de más edad y los niños son los dos principales grupos de riesgos a tenor de la casuística de víctimas.

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