Se busca un nuevo estatus jurídico y estético para el Jueves. El mercadillo más antiguo de España, que ya menciona Cervantes en Rinconete y Cortadillo. Al amparo de la recién creada Asociación Mercadillo Histórico Popular El Jueves, que cuenta con un total de 139 socios, incluidas algunas tiendas de la calle Feria, estos comerciantes habían previsto cerrar los dos últimos jueves el Jueves y abrirlo el próximo, 20 de noviembre, ya con el nuevo formato.

No fue un miedo escénico a la fecha, el 20-N, lo que aplazó esta reforma, sino la dimisión de Francisco Manuel Silva como delegado de Casco Antiguo, delegación que tomó de Urbanismo la futura definición del singular zoco en el que confluyen chamarileros y coleccionistas y al que se acercan turistas, hampones, sibaritas y filatélicos.

Las gestiones iban muy adelantadas, pero el nuevo delegado, José Manuel García, ha pedido un tiempo para reconducir las negociaciones. Ya conoce la propuesta de la Asociación: retirar los vehículos de la calle Feria ocupada por el mercadillo, incluidos los de los propios titulares de los puestos; un horario de ocho de la mañana a tres de la tarde; establecer una extensión de tres metros para cada puesto, con excepción de librerías y artículos de anticuario, que contarían con seis metros, y presencia de policía local uniformada. "La sensación de inseguridad perjudica a las ventas", dice Manuel Bejarano, presidente de la Asociación, "porque a mucha gente le da miedo sacar el dinero".

Primero la dimisión de Silva y ahora la inminencia de las Navidades van a dejar la reforma del Jueves para el comienzo del próximo año. "Ahora serán prioritarios los cortes de tráfico por las fiestas la iluminación", argumenta Bejarano. "Tenemos miedo de que regulen los mercadillos y los del Jueves nos quedemos fuera", dice Rosa Paz Caballero, vicepresidenta de la Asociación, que todos los jueves, nacida en la calle Peral, bautizada en Omnium Sanctórum, vuelve al que siempre fue su barrio. Comparte puesto con su marido, Manuel Galindo Geneiro, trianero. "Tocamos artículos de segunda mano. Cuando alguien ha heredado una casa, me llaman para que se la limpie, que es como lo decimos en nuestro argot. Lo que no me sirve lo llevo a Punto Limpio. Las cosas antiguas me las quedo yo y las baratas se las doy a mi marido".

Los miembros de la Asociación han aportado una cuota de diez euros para sufragar los papeleos y plantearse el alquiler de un local donde guardarían los toldos plegables que han propuesto colocar para los días de calor. El Ayuntamiento les informó que pueden acogerse a subvenciones. Luis Andújar, que vende libros en el Jueves desde 1973, recuerda cuando se pagaba una licencia semestral. En su librería se vende mucho más Amalio García del Moral que Carlos Ruiz Zafón.

A los miembros de la Asociación empieza a preocuparles la aparición en la calle Conde de Torrejón de rumanos que venden baratijas y cachivaches. "Una de las cosas que vamos a exigir es el cuidado de la parcela y el decoro, que excluye las candelas que estas personas encienden en plena calle". Alguna vendedora tiene sus reservas. "Yo vendo lo mismo que los rumanos, lo que ocurre es que ellos, además de guiris, son gitanos".

La Asociación reivindica la singularidad del Jueves. "Hay que protegerlo como si fuera una velá", dice Rosa Paz Caballero. "No es un mercadillo ambulante, por eso está exento de tasas", dice Bejarano. "Es de cosas usadas y muy popular. Como si una persona sacara las cosas del desván de su casa. Más que comerciantes, somos intercambiadores, coleccionistas".

La Semana Santa y la Feria de Sevilla duran siete días. El Jueves se prolonga a lo largo de 51 días, los que el calendario del año reserva al que parte la semana: todos, con la única excepción del Jueves Santo por tener como escenario una calle de la que salen cuatro cofradías y que atraviesa la Macarena. "Ha sido el primer año que todos los jueves hay Jueves, desde el 28-F, primer jueves festivo del año", dice Bejarano. Hasta el año pasado, si era fiesta, el mercadillo se adelantaba al miércoles.

Artículos de segunda mano en una calle de primera en la que conviven Nat King Cole con Luis Cobos en el mismo expositor, o el vendedor de cintas de Haendel, Schubert y Schumann que se hace un porrito junto al que vende paraguas en día soleado. Roberto Alcázar y Pedrín, el Tarzán de Edgar Rice Burroughs, La cabaña del tío Tom o Vizcaíno Casas (¡Niñas, al salón!) junto a Casa Vizcaíno. Después de contar los años -y siglos- los mercaderes del Jueves no quieren tener los días contados. Sería el segundo motín de la calle Feria.