Más paro, menos consumo y más déficit público. La recesión llama a la puerta de la economía sevillana, que se enfrenta al desafío de dilucidar si será un huésped temporal o, por el contrario, un molesto vecino al que tendrá que amoldar su ritmo de vida durante una larga temporada. La actividad económica de la provincia se contraerá el año que viene por primera vez desde la crisis de 1993. "El crecimiento será cercano a cero en 2008 y en 2009 nos enfrentaremos a la recesión", señaló ayer Francisco Ferraro, catedrático de Economía Aplicada, cuyo equipo ha elaborado el estudio La Sevilla socioeconómica de 2007 para la Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios de Sevilla.

Ferraro no se atrevió a pronosticar la profundidad y duración de la recesión en Sevilla. El experto puntualizó que la economía sevillana tiende a acentuar el ciclo económico español. "La tendencia de los últimos años demuestra que cuando las cosas van bien en España la economía de Sevilla marcha mejor que la media. Y cuando van mal a nivel nacional, Sevilla se comporta mucho peor", señaló el catedrático.

El estudio constata que en la fase de expansión entre 1985 y 1992 el crecimiento medio del Producto Interior Bruto (PIB) provincial fue del 5,8%, frente al 3,5% de España. En el momento en el que se entró en una fase negativa, entre la crisis de 1993 y 1999, el incremento medio de la economía sevillana en este periodo se debilitó hasta el 1,4%, siete décimas inferior al cómputo global. Y cuando el ciclo cambió, a partir del año 2000, el PIB de Sevilla volvió a crecer medio punto por encima de la media española.

Las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional -calificadas de optimistas por la mayoría de los analistas- apuntan que la economía española se contraerá un -0,7% en 2009. Teniendo en cuenta el comportamiento de ciclos anteriores, la caída en Sevilla podría superar el año que viene el -1% , una cifra todavía lejana del -5% alcanzado en la provincia durante el año 1993.

El autor del estudio indicó que no cuenta con datos que permitan calcular hasta qué punto crecerá el paro, que ya roza el 16%. "En septiembre parecía que Sevilla resistía la crisis, pero los últimos datos del paro registrado indican que la crisis también nos está afectando", insistó. El consumo está siendo también el principal damnificado, agravando la situación en una economía altamente dependiente del sector servicios.

A esta cascada de datos negativos hay que agregar la caída en barrena del sector de la construcción, con descensos de más del 50% del número de viviendas visadas o iniciadas respecto a ejercicios anteriores. La paralización de las empresas del ladrillo no está siendo paliada por las administraciones, a pesar de las promesas políticas de adelantar sus inversiones. La licitación pública ha caído un 30,3% entre enero y septiembre de 2008 en comparación con el mismo periodo de 2007, contrastando con la más contenida reducción en España del -2,7% y el incremento del 4,7% registrado en Andalucía. A este dato hay que agregar "el comportamiento crecientemente discriminatorio de las administraciones públicas hacia Sevilla desde la primeros años de la década de los 90".

Los datos del Ministerio de Fomento apuntan que la licitación por habitante en la provincia entre 1992 y 2002 equivalió al 48% de la media nacional. La patronal de las constructoras, Seopan, aporta cifras más recientes, que indican que "entre 2000 y 2007 la licitación pública en Sevilla fue el 55,98% de la media española". En términos reales, estos datos indican que el déficit de inversiones acumulado en el periodo 2000-2007 para la provincia de Sevilla se elevaría a 4.915 millones de euros, según constata el estudio.

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