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La crisis económica hace estragos en el mercado laboral. El dato que mejor refleja la virulencia de la crisis es que la regulación de empleo supuso la extinción de un total de 564 contratos, lo que supone un 142% más que en los tres primeros trimestres de 2007. El número total de trabajadores afectados por Expedientes de Regulación de Empleo autorizados -tanto temporales como los que acarrearon la extinción de puestos de trabajo- creció un 92% en los nueve primeros meses del año, según los datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que muestran que 836 asalariados sufrieron un ERE en Sevilla frente a los 434 registrados en el mismo periodo del año anterior.

Enero y septiembre han sido hasta el momento los meses más duros para las empresas sevillanas. En el primer mes del año, el número de contratos extinguidos ascendió a 114, mientras que el regreso a la actividad en septiembre tras el parón del verano se saldó con un total de 206 trabajadores despedidos, casi diez veces más que en el mes de septiembre de 2007.

Estas cifras se corresponden con el espectacular incremento de las suspensiones de pagos, que se han multiplicado por cinco en los 10 primeros meses del año. Este incremento se percibió con especial virulencia en los últimos cuatro meses y afectan especialmente a las empresas relacionadas directa o indirectamente con el sector de la construcción, como las inmobiliarias y los negocios de suministro de materiales.

Las empresas sevillanas se están decantando mayoritariamente por la extinción de contratos en vez de aplicar medidas temporales para sus plantillas. El número de empleados afectados por la suspensión o la reducción de la joranda sólo ha aumentado un 34% en este periodo, según la estadística del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que no desglosa por provincias los sectores económicos más afectados. Estos datos tampoco recogen los últimos expedientes masivos presentados por empresas sevillanas como el de Cerámicas Bellavista, que ha planteado la extinción de 191 contratos. Otra fábrica que paró recientemente fue la factoría de Renault de Sevilla, que mandó temporalmente a casa a sus 1.200 trabajadores para compensar la caída de las ventas de coches.

La multinacional no llegó a presentar un expediente de regulación porque el parón de la producción se realizó a cargo de la bolsa de horas pactada en el convenio colectivo de la empresa. Este colchón se agotó prácticamente tras esta medida. Renault está preparando una regulación temporal para todas sus plantas españolas que podría aplicar a corto plazo ante el descenso de las ventas del mercado europeo.

A tenor de los datos, el brusco descenso de la actividad económica provocará que en Sevilla se supere este año holgadamente el millar de trabajadores afectados por expedientes de regulación por primera vez desde el año 2003, en el que se llegó a rozar los 1.800 perjudicados y cerca del máximo histórico alcanzado en 1998 con un total de 2.141 afectados.

En el último lustro se había mantenido en la provincia una tendencia a la baja que será rota bruscamente este año. La situación es similar en el resto de Andalucía, sobre todo en lo que se refiere a los trabajadores cuyos contratos han sido extinguidos, aunque Sevilla es la que cuenta con más despedidos.

Por ejemplo, en Jaén han aumentado un 221%, y en Huelva se han multiplicado por cuatro hasta los 91 trabajadores, frente a los 21 del año anterior. En Cádiz, se pasó de los 239 empleados cuyo contrato se extinguió en los nueve primeros meses de 2007 a los 451 registrados en 2008. En Granada, los despidos aumentaron un 150% hasta los 157 trabajadores; en Almería se multiplicaron por dos, aunque sólo se registraron 39 extinciones, mientras que Córdoba fue la única provincia andaluza con datos positivos, con un descenso del 14%.