Anticipo de los reyes magos El Comité de la Ilusión organiza la recogida de cartas en el hospital Virgen del Rocío

La ilusión, la mejor medicina

  • La visita de la cartera real, encarnada en la cantante Pastora Soler, al Virgen del Rocío revolucionó ayer a los cientos de niños que están ingresados en el Hospital Infantil · El heraldo deseó "salud" a todos los pequeños

El hecho extraordinario del concepto ilusión es que siempre reside en sitios donde la cruda realidad de la enfermedad golpea tan fuerte que casi evita su presencia. Es el caso de muchos niños ingresados en centros hospitalarios que en estos días, o quizá durante todo el año, no conocen más hábitat que la de una estancia compartida, ni más rutina que la visita del médico. Para todos ellos, ayer el heraldo de los reyes magos visitó el hospital Virgen del Rocío para recoger -en forma de escrito- todos los deseos y peticiones de los pequeños de cara a la venida de sus majestades el próximo 6 de enero.

En medio de una gran expectación, llegó el cortejo del cartero real, cartera en esta ocasión, al hospital, no sin algo de retraso que provocó cierta impaciencia entre los niños y adultos. Una comitiva de agentes de la Policía Nacional escoltaba la carroza, techada por la lluvia, que transportaba a la cantante Pastora Soler, transformada en funcionaria regia por unas horas. Los trajes de los beduinos, los denominados dragones de la ilusión, junto con el gran sombrero y la espada que portaban la mensajera, causaron sorpresa y algún que otro comentario anónimo e ingenioso: "Mira, va como una pirata del Caribe".

Tras varios minutos, la atención se dirigió al escenario improvisado a la entrada del hospital, donde la cartera real pronunció un emotivo discurso de bienvenida, con alusiones a la Carta de los Derechos del Niño promulgada por las Naciones Unidas, para encender los ánimos de los padres que sufren la incomparable pena de una prole enferma. "Todos los niños tienen derecho a crecer escuchando cuentos", comentó el heraldo de los Reyes Magos. Tras ella, tomó la palabra el director gerente del Virgen del Rocío, Joseba Barroeta, para ratificar la idea de esta visita: "Traer la esperanza y la ilusión a los niños que más la necesitan a su lado". Un popular villancico flamenco interpretado por Soler, y acogido con nutridos aplausos, cerró la recepción oficial para dar paso a la recogida de las cartas.

La banda infantil de cornetas y tambores Centuria Macarena y la tuna universitaria de la Facultad de Empresariales acompañaron musicalmente la comitiva de la cartera real hasta la entrada del Hospital Infantil. La entrada del centro estaba abarrotada de niños y padres. Alguno se levantó de su silla de ruedas para tener una mejor visión de la llegada del heraldo. Para contrarrestar el grisáceo tono del cielo, se soltaron más de 500 globos rojos, amarillos y azules, nada más llegar el cortejo de los beduinos.

Ya en el interior del recinto, la cartera real recibió a los cientos de pequeños que se agolpaban en fila con sus deseos escritos en un trozo de papel. Marina, de tres año y medio, fue la primera en entregar la carta al heraldo. "La mayoría de los niños piden para que puedan pasar la noche de reyes en sus casas", comenta Jéssica Suárez, que el año anterior fue la cartera real del Comité de la Ilusión, organización que organiza esta actividad desde hace 12 años.

"La mayor satisfacción es ver la cara de los padres, que dejan de sufrir al ver sonreír a sus hijos", señala el subdirector de Participación Comunitaria del Virgen del Rocío, Manuel Aparicio. Con el saco lleno de cartas, el heraldo prometió llevar todos los deseos de los pequeños a los Reyes Magos.

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