Los estudiantes universitarios de la Plataforma No a Bolonia pertenecientes a los distintos campus de la Universidad de Sevilla retomarán en febrero las movilizaciones que desarrollan desde el pasado octubre contra la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (Plan de Bolonia) y continuarán organizando jornadas informativas.

Según informó a Europa Press Pablo Pérez, uno de los estudiantes que integra esta plataforma, las actividades reivindicativas experimentarán un "ligero parón" en enero debido a las jornadas de exámenes, pese a lo cual se continuarán llevado a cabo acciones informativas en las distintas facultades para concienciar y asesorar a alumnado.

No obstante, una vez concluido en febrero el periodo de exámenes, los estudiantes contrarios a la adaptación de la Universidad al Plan de Bolonia retomarán las movilizaciones, protestas y encierros que vienen protagonizando desde hace meses en Sevilla.

Según Pérez, la Universidad de Sevilla continúa sin establecer "ningún tipo de contacto" con los estudiantes que han mostrado su rechazo al Plan y recordó que en la reunión del Consejo Social celebrada el pasado día 17 "no se les permitió el acceso" y que "no fue muy positiva la respuesta dada a los compañeros que sí estuvieron presentes en la reunión".

Estas medidas de protesta desplegadas por los universitarios tienen como principales objetivos conseguir un debate público con el rector de la Universidad de Sevilla, Joaquín Luque, en el que explique las reformas "que están transformando los cimientos de la educación pública con la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior", así como que los nuevos planes de estudio pasen por las asambleas de facultad antes de ser aprobados "de manera que la asamblea de alumnos pueda rechazarlos, si así lo decide".

Por otro lado, los estudiantes ya rechazaron el "incremento excesivo de guardas de seguridad y cámaras en la Hispalense", y manifestaron su "sorpresa ante la actitud poco humanitaria de cortar la calefacción de las facultades por las noches durante las semanas que han durado las movilizaciones".

A mediados del pasado diciembre, la Universidad de Sevilla celebró un Claustro en el que se aprobó una declaración de apoyo al Espacio Europeo de Educación Superior y donde el rector Luque dejó claro su negativa a asistir a un debate sobre el Plan de Bolonia por considerar que sería una asamblea no representativa.

Luque dejó muy claro que el Claustro es el máximo órgano representativo de la Universidad y que cualquier debate debe celebrarse en su seno y no en "una asamblea descontrolada". Lo contrario "sería atentar contra nuestro sistema de representación y gobierno, que es el que tiene una mayor representación estudiantil de toda Europa, el 30%", dijo Luque, quien defendió las humanidades y las becas y mostró el "firme convencimiento de que Bolonia ayudará a la "construcción de la ciudadanía europea, a partir del respeto de su diversidad cultural".