Sevilla

El movimiento ateo anuncia que se publicitará en las líneas de Tussam

  • La empresa confirma que no pondrá ninguna objeción y que la tarifa mínima es de 1.200 euros por 15 días de anuncio en la trasera de cinco autobuses

La ya conocida como guerra de los autobuses llegará a Sevilla. La Asociación de Ateos de Cataluña confirmó ayer a Diario de Sevilla su intención de contratar en los vehículos de Tussam la polémica publicidad que ya se ha podido contemplar en Barcelona y que se verá próximamente en Madrid con el lema Probablemente Dios no existe, deja de preocuparte y disfruta de la vida. Albert Riba dio por hecha la llegada de la publicidad atea a la capital andaluza: "Después de Barcelona, Madrid y Valencia empezaremos a trabajar en Sevilla, Zaragoza, Bilbao, Vigo y otras ciudades". La empresa municipal de transportes, Tussam, asegura que aún no ha recibido una demanda de soporte publicitario al respecto, pero deja claro que en ningún caso ejercerá censura alguna sobre esta publicidad, a pesar de que se asegura que la empresa que gestiona estos recursos en los autobuses sevillanos establece diversos controles sobre los contenidos que se pretenden publicitar en sus vehículos. No se aceptan, por ejemplo, los anuncios de bebidas alcohólicas, ni de tabaco, así como se ejerce un especial control sobre cualquier tipo de publicidad con una marcada ideología o que pueda herir sensibilidades.

Responsables autorizados de la empresa de transporte comentaron ayer a este periódico que no pondrán ningún problema a la instalación de la publicidad en favor del ateísmo en los autobuses al considerar que no tiene por qué provocar ninguna polémica en Sevilla: "En nuestros autobuses ha habido anuncios que no han generado ninguna crítica, mientras que en Madrid sí se ha producido. La publicidad atea es casi anecdótica, más bien llamativa, lo más que puede generar es una sonrisa. No le veríamos ningún problema, ni por supuesto ejerceremos ninguna censura". Llegado el caso, Tussam aplicará al movimiento ateo la tarifa habitual de sus clientes. El mínimo es de 1.200 euros por la instalación de publicidad en la trasera de cinco vehículos durante quince días. La empresa recuerda que hace tiempo que se descartaron los anuncios en los laterales de los vehículos para reducir la contaminación paisajística y "ennoblecer" al máximo la flota.

La campaña en favor del ateísmo es una copia de la puesta en marcha en Reino Unido por el científico darwinista Richard Dawkins y la Asociación Británica Humanista, que anunció la recaudación de 135.000 libras para la causa. La diferencia entre el ejemplo inglés y el español es que los ciudadanos de Reino Unido suelen contemplar anuncios de la Iglesia Católica, cosa que no ocurre en España, donde los ateos han tomado cierta ventaja en la guerra de la publicidad, pues la jerarquía eclesiástica española sólo la contrata (anuncios en TV y Radio) para promover la marcación de la casilla de la Iglesia en la declaración del IRPF.

El movimiento ateo pretende ganar notoriedad para hacerse oír de cara a la redacción de la reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa que prepara el Gobierno de Zapatero de acuerdo con su programa electoral. Esta campaña en los autobuses ya ha encontrado una primera respuesta en Madrid a cargo del Centro Cristiano de Reunión, una iglesia evangélica de Fuenlabrada que desde hace unos días exhibe publicidad cristiana en autobuses de la zona sur de Madrid.

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