Sevilla

Santiago del Valle denuncia a Antena 3 por la serie emitida sobre Mari Luz

Santiago del Valle, el presunto asesino de la niña de 5 años Mari Luz Cortés, está preocupado por su "dignidad". Al pederasta que, desde el año 2001, ha estado implicado en cinco causas penales por abusar sexualmente de niñas, incluida una hija suya, y que ha sido acusado por una de sus hermanas, Catalina, de acosarla durante años, le inquieta la posibilidad de que ahora, cuando es tristemente famoso y las televisiones reconstruyen su historia, se deslicen errores que manchan su honra. Errores insustanciales que no contradicen su confesión de lo acaecido en Huelva. El pasado mes de enero envió desde su celda en la cárcel de Albolote a los juzgados de Granada una denuncia manuscrita contra Antena 3 por la emisión de una miniserie -Días sin Luz- que reconstruye su oscura existencia. La serie, proclama Del Valle, "atenta contra mi dignidad" pues refleja equivocadamente "mi condición personal y facial".

La denuncia no prosperó en Granada. El escrito llegó de la cárcel al juzgado de guardia y de allí fue a parar al de instrucción número 1, cuyo titular, el magistrado Basilio García, la remitió a su vez a Madrid, para que fueran los juzgados de la capital de España los que finalmente tramitaran el asunto. Pero más allá de la suerte corrida por la denuncia, el relato de Santiago del Valle, sus acusaciones, su impostada irritación contra quienes, a su entender, están tergiversando su historia y, en el colmo de los colmos, han sustituido su rostro por el de un actor con quien no comparte ningún parecido (ni físico ni moral), es un testimonio fiel de las obcecaciones de un pervertido con un largo currículo de abusos que pretende reparar su dignidad.

Hace un par de meses a Del Valle le empezó a preocupar su imagen. El domingo 25 de enero, día del estreno de la serie Días sin Luz, estalló su paciencia y decidió denunciar a quienes "sin pedir permiso", se habían permitido reconstruir el secuestro y el posterior asesinato de Mari Luz en un barrio marginal de Huelva, con el ánimo, dice, de "crear confusión, alarma social, y que nos acusen aún más".

Sobre las horas terribles que antecedieron al asesinato de Mari Luz, Del Valle se permite algunos retoques en la denuncia contra Antena 3 que, lejos de suponer una especie de redención parcial de su conducta, la agravan con el fantasma del racismo. Por ejemplo, matiza que si se marchó de su casa el día de la desaparición de Mari Luz (el 14 de enero de 2008) no fue por temor a la Policía, sino por los "gitanos", por los familiares de Mari Luz que "entraron sin permiso en la vivienda, buscando a la niña, y no viéndola, entraron de nuevo. Yo tuve que llamar a la Policía y cuando ya estaba con mi mujer decían que entraron otra vez".

La carta, en su último cuarto, con una sintaxis cada vez más endiablada, da un giro y Del Valle aprovecha para proclamar su inocencia. "Yo tengo mis derechos constitucionales, yo no he matado a nadie, yo no he estado en ningún momento con la niña. Yo no la conocía porque no tenía relación con nadie de la barriada". Y concluye: "Los hechos relatados en la película han sido realizados sólo para hacer daño. Ruego, si se tramita esta denuncia, que me faciliten un abogado de oficio. Yo no tengo medios económicos".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios