Sevilla

100 días sin Marta

  • La principal incógnita sigue siendo dónde está el cuerpo, una vez que la búsqueda en el vertedero de Alcalá se ha agotado

Cien días sin Marta del Castillo. Hoy se cumple este tiempo desde la desaparición y muerte de la joven sevillana de 17 años, un suceso en el que hay cinco personas implicadas, entre ellas un menor, y que en la actualidad sigue arrojando más dudas que certezas sobre los hechos que acaecieron la noche del 24 de enero.

La principal incertidumbre sigue siendo el paradero del cuerpo de Marta del Castillo, cuya búsqueda ha ido variando de escenario a la par que los jóvenes imputados cambiaban una y otra vez sus testimonios. De una búsqueda en el río Guadalquivir en la que se emplearon unos medios materiales y personales jamás vistos, se ha pasado al rastreo exhaustivo, bolsa a bolsa, de numerosas toneladas de basura en el centro de tratamiento de residuos Montemarta-Cónica de Alcalá de Guadaíra.

La búsqueda en el río se prolongó exactamente por espacio de 30 días, hasta que Miguel Carcaño, el principal implicado en la desaparición de la adolescente, declaró ante el juez que no arrojó el cuerpo al Guadalquivir, sino a un contenedor próximo a su domicilio de la calle León XIII. Las labores de búsqueda en el vertedero finalizaron el pasado jueves, después de cumplirse la jornada número 35 de trabajo sin que se haya encontrado ningún rastro de la joven.

El pasado 17 de abril fue la última vez que Miguel Carcaño compareció ante el juez Francisco de Asís Molina, que instruye la causa, y en esa ocasión confirmó la versión del contenedor. Aunque no fue una declaración formal, puesto que el joven había acudido para la entrega de su correo personal -que está intervenido al estar preso-, el juez le recordó que el cuerpo de Marta seguía sin aparecer en el vertedero. El joven respondió de forma lacónica a la afirmación del magistrado: "No sé nada más".

Con la búsqueda en el vertedero ya finalizada y a la espera de que la Policía remita al juez un informe exhaustivo sobre los trabajos, se abre de nuevo la posibilidad de que el instructor vuelva a citar a declarar al principal imputado para interrogarle otra vez por el paradero del cuerpo de la joven. Fuentes del caso consideran, no obstante, que no tendría mucho sentido una nueva citación si hace tan sólo dos semanas desde que Carcaño ratificó la última versión de los hechos.

Lo cierto es que mientras los implicados continúan sin dar pistas fiables a la Policía y al juez sobre el lugar dónde realmente ocultaron el cuerpo de Marta del Castillo, el desánimo sigue cundiendo entre los padres de la menor, Antonio del Castillo y Eva Casanueva, quienes han pedido que se siga buscando el cadáver de su hija y que se "haga hablar como sea" a los cuatro imputados en el caso.

Los padres de Marta han mostrado una gran intuición desde la desaparición de su hija y a lo largo de estos meses de investigación, anticipándose en muchas ocasiones al desarrollo de las pesquisas policiales. Los padres creen que los restos de su hija no están en el vertedero y el hecho de que los detenidos no colaboren para que aparezca el cuerpo les causa un gran temor y les hace pensar muchas cosas.

Puede ocurrir, como sospechan los padres de Marta, que Miguel Carcaño ni siquiera conozca dónde está el cadáver, pero el juez continuará la instrucción de una causa en la que el primer objetivo ha estado hasta ahora dirigido, precisamente, a hallar el cuerpo de la adolescente. Además de contribuir a dar cierta paz a la familia, el hallazgo del cuerpo de la joven ayudaría a esclarecer, a través de las evidencias científicas, lo que sucedió la noche del 24 de enero. Sin cadáver y descartadas las opciones de hallarlo en el río y en el vertedero, el juez tendrá que replantear el rumbo de la instrucción de la causa.

Por el momento, los investigadores consideran piezas clave para intentar reconstruir los hechos, además de Miguel Carcaño, a su hermano, Javier Delgado, y al menor de 15 años, a cuyo testimonio inicial la Policía y el juez otorgaron una gran credibilidad.

Los pinchazos telefónicos practicados a los pocos días de la desaparición de Marta del Castillo han revelado que Miguel fue informando a su hermano de los avances de la investigación policial. Las escuchas revelan el conocimiento que Javier Delgado tenía sobre los hechos y que recibía información de su hermano sobre extremos de vital importancia para el caso, como la recogida de las prendas que Miguel llevaba puestas el día del asesinato -en las que se hallaron restos biológicos de la víctima- o el empleo de la silla ruedas para trasladar el cuerpo. Uno de los pinchazos es bastante esclarecedor para los investigadores, por cuanto Javier le dice a su hermano: "No digas nada que la Policía no tiene nada".

El último giro importante de las investigaciones se produjo a mediados de abril pasado, cuando el instructor del caso ordenó la detención de María García Mendaro, novia del hermano del principal imputado, Miguel Carcaño. El arresto de la joven se produjo por la mañana y fue conducida directamente a presencia del juez, donde quedó en libertad provisional y sin fianza tras volver a prestar declaración en relación a su estancia en la vivienda de la calle León XIII la noche del crimen.

La joven, a la que se tomaron pruebas de ADN, volvió a ofrecer el mismo testimonio que viene manteniendo desde que fue interrogada por la Policía y que constituye una coartada para su pareja sentimental. María García insistió en que su novio la dejó en el piso aquella noche y que estuvo estudiando desde las 00:30 horas hasta las dos de la madrugada, ya del domingo 25 de enero, cuando se acostó. Según la joven, cuya imputación no ha sido aún concretada, su novio llegó sobre las cuatro de la madrugada y a las cinco se despertó cuando se personaron en la vivienda varios familiares y amigos de Marta del Castillo, aunque éstos no llegaron a verla en el piso.

La Policía había sospechado de esta joven al inicio de la investigación y, de hecho, su vehículo fue intervenido y analizado para tratar de encontrar restos biológicos de Marta, en caso de que se hubiese utilizado este coche para transportar el cuerpo de la víctima. Las pruebas resultaron negativas y la Policía le devolvió el vehículo.

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