Sevilla

La tecnología usada en la docencia

  • La Escuela de Estudios Empresariales de la Universidad de Sevilla cuenta desde hace dos años con un sistema de mandos a distancia para que los alumnos respondan a las cuestiones de los docentes

"La mayoría de los alumnos, al menos en clases masificadas, tienden a ser reacios a expresar su grado de comprensión de la materia explicada o del tema debatido. Con este sistema nos garantizamos obtener una respuesta de cada uno de ellos y ésta se guarda en el anonimato para el resto de sus compañeros, pero no así para el profesor. Además, hemos comprobado que, una vez expuestos los resultados de la pregunta realizada, son muchos más los alumnos que se atreven a expresar su opinión en público". Con esta reflexión explicaba Antonio Ruiz Jiménez, profesor de Organización de Empresas en la Universidad de Sevilla, la herramienta utilizada desde hace dos años en la Escuela de Estudios Empresariales, donde cada alumno cuenta con un mando a distancia para responder a las preguntas del profesor, tanto en las clases regulares como en los exámenes, a través de una evaluación continua.

"La idea surgió viendo un concurso de televisión y a partir de ahí buscamos empresas que distribuyesen estos mandos y entramos en contacto con Educlik", recordaba este docente sobre la pionera herramienta, acogida de forma "inmediata y muy favorable" por parte del Rectorado de la Hispalense y de la Dirección de la Escuela de Estudios Empresariales. Y es que este proyecto de innovación docente lleva cuatro semestres siendo utilizado con distintos grupos de alumnos, tiempo en el que "hemos perfeccionado el sistema hasta tal punto que ya lo utilizamos como un sistema de evaluación continua del alumnado, el cual ha demostrado gran aceptación entre los mismos, y unos inmejorables resultados académicos".

Para confirmar la buena acogida de los estudiantes, un grupo de expertos universitarios en pedagogía y sistemas educativos elaboró además un trabajo de investigación a través de encuestas, en las que se preguntaba a los alumnos, en distintas fases del cuatrimestre, sobre las ventajas e inconvenientes que apreciaban en el sistema, e incluso se realizaron grupos de discusión, uno con un grupo de alumnos y otro con los profesores participantes en la experiencia. "Las encuestas realizadas son el mejor reflejo y, además, como profesor puedo garantizar que la motivación, el grado de atención, la participación y el nivel de resultados mejoran enormemente con este sistema", apuntaba Antonio Ruiz.

Entre los variados resultados del análisis, cabe destacar algunos como el índice de atención en la clase, donde el 94 por ciento de los alumnos afirmaba que aumenta mucho o muchísimo cuando se ha usado el sistema de mandos interactivos respecto a otras maneras más tradicionales de impartir clase, resultado estadístico que se repetía de igual forma cuando se preguntaba sobre el rendimiento, la resolución de dudas o el nivel de aprendizaje de la asignatura. Por ello, entre las conclusiones del estudio se establecían ventajas del sistema como el aumento del nivel de asistencia a clase, del grado de atención del alumno y del grado de participación del alumno en clase, además de fomentarse el trabajo continuado en la asignatura, donde el profesor cuenta con una información personalizada de cada alumno, tanto del grado de seguimiento de las clases en particular, como de la asignatura en general, ya que la obtención de la nota es automática una vez finalizada la votación de todas las preguntas.

"Nunca hemos intentado suprimir los exámenes tradicionales y nuestros alumnos siguen teniendo derecho a hacerlos al final del periodo de clases, sólo que nosotros, al principio del curso, les ofrecemos la posibilidad de elegir entre ambos sistemas", señalaba el profesor de la Escuela de Estudios Empresariales, donde de 300 alumnos que cursaron el semestre pasado su asignatura, poco más de 20 eligieron el sistema de examen tradicional "la mayoría por su imposibilidad de asistir a clase regularmente".

En cuanto a los inconvenientes de esta técnica, Antonio Ruiz reconocía que aún debían mejorar algunos detalles de la aplicación, "por ejemplo, en cómo distribuir los mandos entre los alumnos", un problema logístico que esperan mejorar junto con la Dirección de la Escuela y la empresa Educlik. "También sería conveniente para el uso universitario y de evaluación que los mandos ofreciesen la posibilidad de cambiar de respuesta en el tiempo estipulado para la contestación de la pregunta, posibilidad que no ofrecen los mandos que utilizamos actualmente, aunque la tecnología ya existe y la incorporaremos próximamente", explicaba el principal impulsor de este método pionero en la enseñanza universitaria, un sistema que requiere "muchas horas de dedicación", tanto por parte de los estudiantes como de los docentes.

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