Sevilla

La escolarización en las guarderías concluye con nuevas listas de espera

  • Los centros concertados critican que la Junta no renueve los convenios hasta otoño · La demanda para la matriculación aumenta para el segundo curso · Faltan plazas públicas

El objetivo de la Junta de contar a medio plazo con una red de guarderías propias parece aún demasiado lejano para las familias sevillanas y los propietarios de centros de Infantil concertados que ven cómo cada año se incrementan las listas de espera sin poder dar respuesta a la alta demanda que reciben. De nuevo la escolarización en las guarderías ha evidenciado la carencia de plazas públicas en Sevilla, donde los centros que son propiedad de la Junta apenas representan el 5% del total de escuelas en las que se imparte el primer ciclo de Educación Infantil, que el próximo curso pasarán a estar controlados por la Consejería de Educación.

A pesar de que aún no se han publicado datos oficiales sobre los resultados de la escolarización en las guarderías, lo cierto es que varios centros han constatado a este periódico el desajuste entre oferta y demanda en este primer ciclo, un desequilibrio que se refleja, sobre todo, a partir del segundo nivel (de 1 a 2 años), donde se incrementa el número de solicitudes de las familias para matricular a sus hijos. Un ejemplo es lo ocurrido en la guardería concertada Chiquitín, en Triana, donde se han entregado 40 solicitudes para 16 plazas en el segundo nivel, y en el último (de 2 a 3 años) se han recogido 36 peticiones para 14 plazas, mientras que para el primer curso (de las 16 semanas a 1 año) quedan vacantes 12 plazas. Precisamente en este curso es donde Educación ha introducido los cambios del nuevo convenio, que obliga a concertar todas las plazas y a que éstas no tengan un precio superior a 278 euros. Esta modificación se irá introduciendo en años sucesivos en los siguientes cursos.

A esta guardería, además, se han derivado las peticiones de otros centros que hasta este curso eran concertados, pero que al no estar de acuerdo con las nuevas condiciones, no renovarán el convenio. Por tanto, a la lista de espera del centro Chiquitín se han sumado también la de siete familias trianeras que habían querido entrar en guarderías como Rubén Darío, que pasará a ser totalmente privado.

En la guardería El Triángulo, en el Fontanal, (la única que oferta plazas públicas en el barrio) hay un excedente de 30 solicitudes, cifra que se mantiene casi igual que años anteriores. Esta situación se repite en otras guarderías, como el centro concertado Dino, en pleno Casco Histórico, donde 21 familias se han quedado en lista de espera. La dirección de este centro añade, además, que otro de los problemas que acarrea la falta de plazas públicas es la distancia que existe entre una guardería y otra, ya que como segunda opción la Junta suele ofrecer otro centro más alejado de la residencia familiar, lo que provoca que "muchos padres desistan de matricular a sus hijos y esperen al segundo ciclo de Infantil, ya que el transporte diario encarece los costes".

Además de la carencia de faltas públicas, los propietarios de las guarderías concertadas lamentan que el curso comience sin que se renueven los conciertos, algo que según María Luisa Romero, propietaria de la guardería Chiquitín, "nunca había pasado cuando dependíamos de la Consejería de Bienestar Social".

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