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Sevilla

"Alfredo pretende continuar en la Alcaldía y eso habría que respetarlo"

  • El portavoz socialista en el Ayuntamiento, hombre de confianza de Monteseirín, aboga porque el PSOE de Sevilla deje al alcalde volver a encabezar la lista electoral dentro de dos años: "Él quiere y puede", dice

La cita es en un hotel. Reservado y discreto. Tranquilo. Pero el concejal de Urbanismo y portavoz del PSOE municipal no termina de relajarse del todo: el teléfono móvil no para de interrumpir la conversación.

-¿Usted se ve capaz de cumplir los plazos en la reforma de la plaza de la Encarnación?

-Es uno de los proyectos de ingeniería más complejos del mundo. A mí la empresa me da siempre la misma fecha: principios de 2010. Si la pasarela sobre la calle Imagen se verá antes o después del verano, dependerá de cómo vaya el ritmo de instalación de la madera. Pero lo importante es que será una obra muy segura. Nosotros supervisamos los trabajos semanalmente. Confío en que a principios del próximo año la reforma esté completamente terminada y pueda inaugurarse.

-Sacyr tiene una concesión para su explotación. ¿No les han pedido cambios en el contrato?

-No, porque no aceptaríamos ninguna modificación. El proyecto ya se reformó en su día por cuestiones objetivas, no porque haya cambiado el ciclo económico. La empresa sabía el riesgo que asumía.

-¿Por qué continúan con las obras de la Biblioteca del Prado?

- Porque la sentencia del TSJA, contra la que cabe recurso, técnicamente no nos dice que debamos parar las obras. Así lo entendemos nosotros. Nuestra opinión es que la sentencia sobrepasa todos los límites jurídicos e impide planificar la ciudad. En el Prado no faltan zonas verdes; nos parece que una biblioteca pública genera para la ciudadanía valores importantes, incluso para el propio parque. No sé si sabe que los jardines del Prado son poco usados por los ciudadanos.

-Otras veces no les ha importado cambiar el sitio. Por ejemplo, con la mezquita de Los Bermejales.

- En Bermejales lo que hubo fue un litigio contra la ejecución del planeamiento urbanístico. Pero no. No nos hemos planteado otra opción que el Prado, entre otras cosas, porque ya se han gastado cuatro millones de euros de dinero público. Hay que tenerlo en cuenta.

-Ha habido antes otros fallos judiciales contra el PGOU.

-Desde que se aprobó hemos tenidos unos 60 pleitos. La mayoría de las sentencias han sido favorables. Aunque en algunos temas muy polémicos no, claro.

-Hay quien dice que la Torre Cajasol no es acorde con el PGOU.

- El PGOU avala esta torre. Éste, además, es un debate que nunca ha sido ajeno a la elaboración del Plan. De poner una torre ahí se habla desde la de Bofill. Los que ahora se movilizan no lo hicieron en el momento oportuno. Si me pregunta mi opinión personal tengo que decirle que había otros proyectos que quizás a mí me gustaban más, pero, en cualquier caso, el elegido dará valor a la Cartuja. Espero y confío en que se construya y que la Unesco resuelva el asunto de forma positiva. Si no, nos metería en un problema muy importante. Pero yo soy optimista.

-¿Sevilla necesita tener esta torre para ser más moderna?

-No. Pero genera un tipo de arquitectura que no teníamos y que ahora vamos a tener.

-¿Se ve capaz de cumplir su plan de vivienda dada la actual coyuntura económica?

-El Plan Impulsa nos va a ayudar a hacerlo. La demanda de VPO no ha bajado en Sevilla. Lo que sí ha bajado es la especulación y los precios desmesurados de la vivienda libre.

-Los planes anticrisis han comenzado a ejecutarse en mayo y ya están diciendo ustedes que el empleo baja gracias a ellos...

-Los hemos empezado cuando dijimos: en mayo. Ahora adjudicaremos proyectos del Plan Proteja. Los efectos en el empleo empezarán a notarse en junio y julio.

-Hay quien piensa que ustedes todos los proyectos los concentran en el centro y, en cambio, no atienden lo suficiente a los barrios.

- Esa apreciación la tendrán ciertas élites de la ciudad que no se pasean por los barrios. Si quien piensa eso no pisa Pino Montano, no sabrá que hemos transformado este barrio. Igual que San Pablo, Amate, Torreblanca o La Bachillera. En los barrios hacemos más que en el centro, aunque estos proyectos sean más llamativos porque por aquí pasa todo el mundo. El I Plan de Barrios está ejecutado en un 50%. Ahora estamos haciendo modificaciones para cerrar algunas obras. El II Plan lo estamos discutiendo de forma más consensuada con los vecinos, aunque algunos proyectos se van a hacer ya gracias al Plan 8.000.

-El Metro ya funciona. ¿Cree que eso mejora su posición electoral?

-En las últimas elecciones europeas el primer partido de Sevilla ha sido el PSOE. No quiero decir que sólo haya sido gracias al Metro, pero es un dato objetivo.

-Han perdido votos.

-Es cierto, pero mantenemos hasta cinco puntos de distancia con el PP en plena crisis económica. El PSOE sigue ganando en Sevilla capital. Si alguna vez ha existido el llamado efecto Zoido está claro que es un bluff: no cala entre los ciudadanos. Un ejemplo son los 50 puntos que el PSOE saca al PP en El Cerro. No nos hacen ningún daño. Estoy seguro de que el PSOE seguirá gobernando Sevilla dentro de dos años.

-El PSOE quizás, pero no está tan claro que sea con la misma persona.

-Alfredo pretende seguir. Yo pienso que puede seguir.

-La pregunta es si debe seguir.

-Si él quiere y el partido también, por supuesto que debe.

-Las encuestas no dicen lo mismo.

-Eso es ya un lugar común, un clásico. Se dice sin que en realidad haya sondeos serios que lo confirmen Se presenta como idea consolidada. Pero lo cierto y verdad es que con este alcalde el PSOE lleva diez años gobernando. Diez años que no han pasado sin pena ni gloria, sino en los que se ha producido una gran transformación. Con todas las luces y sombras, el análisis histórico que en su día se haga reflejará que las cosas se han cambiado desde el Ayuntamiento. Antes el impulso venía de otros ámbitos: estatales o regionales. Nosotros lo hemos hecho a pulmón, desde el gobierno local.

-En estos dos años de mandato se perciben síntomas de agotamiento: proyectos que no se terminan a tiempo y conflictos internos.

-La tensión interna en un partido político termina influyendo en el devenir de la acción del gobierno. Es inevitable. Además, en el caso del PSOE de Sevilla esto es algo casi cultural. En el mandato anterior igual no se notó tanto, pero hubo un momento muy complicado, que fue el Congreso en el que perdió José Caballos. Convulsionó a todo el grupo municipal.

-Pero entonces no había dos bandos. Todos fueron contra él.

-Yo diría que entonces supimos trazar una raya entre lo orgánico y lo institucional. Pero no creo que en este mandado estas cuestiones hayan impedido poner en marcha ciertos proyectos. Hay muchas iniciativas que corresponden a varios mandatos. El Plan de Vivienda y el Plan de Barrios, por ejemplo, están ya diseñados. Tenemos dos años por delante para ir ejecutándolos. Lo que pasa es que en Sevilla habían pasado demasiadas pocas cosas durante mucho tiempo. Algunos de estos proyectos que hemos puesto en marcha están pendientes desde hace diez años. Yo creo que este tercer mandato es el del fin de la primera parte de nuestro modelo. Casualmente coincide con el año 2010, que era nuestro primero horizonte temporal. Ahora, reflexionamos para ampliar ese mismo proyecto hasta 2020.

-Pues no se aprecia demasiado ímpetu e iniciativa en la tarea.

-Esas son opiniones subjetivas. Es complicado hacer ver lo contrario con hechos objetivos.

-Pero es objetivo que todos los proyectos en marcha son del anterior periodo. Están cerrando frentes.

-Yo no considero el actual mandato como una segunda parte, sino como un proceso de continuidad con todo lo anterior. La mayoría de los proyectos necesitan un mínimo de dos mandatos. Estamos terminando el modelo de ciudad definido para 2010. Quedan cosas por hacer. En cuando al resultado a la hora de ejecutar los proyectos, cualquiera de ellos da en otras ciudades los mismos problemas que aquí. Siempre se producen tensiones. Es cierto que debemos mejorar algunas de estas cuestiones, pero hay cosas obvias. A la gente le gustará o no la plaza de la Alfalfa, pero nadie puede discutir que lo que hay ahora no es peor de lo que había antes. Alquiltrán y coches en lugar de un espacio público. Hay evidentes cambios a mejor. Luego, claro, habrá discusiones estéticas, y todas son importante, no digo yo que no, pero a mi modo de ver están supeditadas al proyecto global, que es nuestra gran fortaleza. Quienes vienen a Sevilla así lo valoran.

-¿Por qué desisten de su promesa, incluida en su modelo, de recuperar la ribera fluvial de la calle Betis?

-Porque lo vamos a hacer a través del Plan E. Las expropiaciones ralentizaban el proceso. Daban muchos problemas. Se salía además de los márgenes de tiempo en relación a los fondos europeos.

-Pero ustedes ya no quieren tocar las concesiones privadas. En el PGOU aprobaron lo contrario.

-Para mí lo esencial es generar un paseo de ribera. No renunciamos a esto, pero nuestra intención no es ahora generar un conflicto con los propietarios privados.

-¿Cómo ha vivido usted la salida de Emilio Carrillo del gobierno?

-A nivel político, ya se sabe todo. No hay mucho que decir. Somos un partido transparente. A nivel personal, Emilio y yo creo que hemos sabido llevarlo bien. Con él es fácil: es un hombre que no tiene un carácter agrio. Hablamos. Yo siempre le he dicho cuál era mi posición política. El no la compartía pero la respetaba. Siempre hubo amistad. No así coincidencia política. Y nada más.

-¿Tras seis años de relación, qué opina de sus socios políticos?

-IU no hace nada que sorprenda.

-Hombre, hicieron el carril-bici...

-Bueno, lo hicimos los dos. Iba en el programa común. Yo me refiero a sus actuaciones ideológicas. Cuando ellos tienen que optar entre hacer cooperación con determinados países o con la Santa Sede, pues está clara cuál es su opción. Lo que me llama la atención es que la derecha se escandalice. IU es lo que es: no va a hacer nada distinto. Nuestra relación es buena. Tardamos en ponernos de acuerdo mucho, pero hemos generado un clima de lealtad que permite que las cosas se cumplan.

-¿Qué le diría a los que piensan que la compañía de IU les perjudica?

-Que trabajen para que no nos hagan falta en el futuro. Lo que hay que hacer es trabajar con sentido común. Lo demás viene solo.

-Dependerá del candidato, ¿no?

-Insisto: Alfredo está capacitado para continuar. Tiene ganas y eso se nota mucho. Cuando alguien viene sin ganas eso se transmite y es difícil de superar. Alfredo tiene intención de seguir y habría que respetarlo.

-¿Le parece un problema que todavía se debata lo contrario?

-No. Se ha debatido siempre. Es un debate permanente. Pero si se debate fuera de tiempo y mal, quizás traslademos a la opinión pública algo que no le interesa. Si a quienes confían en el PSOE, en vez de soluciones a la crisis, les planteamos debates extemporáneos, nos irá mal.

-¿Le gusta Zoido?

-Zoido, ya le dije, es un bluff. Su estrategia parte del hecho de que su electorado está ganado y que debe quitarle votos al PSOE. Eso ya se ha quebrado. Las visitas de Zoido a los barrios no tienen incidencia real. Y la tesis de que su electorado no tiene otra alternativa la rompe UPyD.

-También le quitan votos al PSOE.

-Todo el que vota a UPyD lleva mucho tiempo sin votarnos. Están por encima del 6% en barrios conservadores, en los que compiten con el PP. En Sevilla se le suman personas tradicionalistas que antes votaban a un PA derechizado y que en un momento dado dieron su apoyo al PP. Ahora son de UPy D. Zoido, además, dice una cosa en un sitio y la contraria en otro. Esta política camaleónica no se tiene en pie.

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