El Sindicato de Enfermería (Satse) denuncia que este verano la situación en los hospitales de la capital volverá a ser "caótica". La insuficiencia de personal unida a la falta de camas provocarán una "drástica" bajada del nivel de atención que recibirán los usuarios. "La administración está ciega y sorda", aseguró ayer la secretaria de Acción Sindical, Josefa Botello. "No ve lo que está pasando en los centros sanitarios ni escucha las denuncias que el Sindicato hace cada verano".

Entre los hospitales Virgen del Rocío, Virgen Macarena y Virgen de Valme, se pasará de 2.810 camas a 2.178. Lo que supone un 22,5% menos. Concretamente, en el Hospital Duque del Infantado tan solo habrá 19 camas frente a las 67 del año pasado. En el Hospital de Traumatología se cerrarán dos alas por completo, lo que se traduce en 42 camas menos. Además, en el Hospital de la Mujer, a pesar de que el nivel de ocupación es el mismo año tras año y de que el número de partos se incrementa en verano, se van a cerrar 46 camas.

Por otra parte, el Hospital Infantil prescindirá de 42 camas. Incluso en una unidad "tan delicada" como la de Oncohematología infantil solo permanecerán abiertas siete camas de 19. "Nos sorprende cómo se han atrevido a cerrar tantas camas en un área tan importante", declaró Josefa Botello. En este mismo hospital, en el área de nefropediatría, varios niños ocuparon el año pasado una habitación sin aire acondicionado ni ventanas debido a la falta de sitio.

En el Hospital Virgen Macarena la situación es similar. En la segunda quincena de agosto se cerrarán 274 camas de 945 que hay ahora. Tan solo dejan 36 camas para pediatría, algo que el sindicato considera "una barbaridad". Además, este centro en concreto tiene una problemática "muy grave". Debido a la falta de sitio, se abren salas en las que conviven hasta 218 enfermos de distintas especialidades, con personal y material que no son los adecuados según el sindicato, por lo que la atención que requieren no es la idónea. Por otro lado, El Hospital Virgen de Valme también cerrará 62 camas de las 544 con las que cuenta y sólo se abrirán uno de cada cuatro quirófanos.

Aunque la media de urgencias atendidas en verano (en torno a las 9.200) es casi la misma que en meses como marzo, donde la media es de 9.300, se sigue cerrando camas todos los veranos.

El Satse denuncia también la "contratación insuficiente" de personal de enfermería en los centros sanitarios de la provincia de Sevilla para cubrir las sustituciones de verano, ya que no llegan al 60% en ninguno de los centros (un dato que desde la Junta aseguran que se sitúa en torno al 75%). Las cifras más elevadas de sustituciones se dan en los hospitales de la capital, con un 53% de las bajas cubiertas en el Hospital de Valme, un 49% en el Hospital Virgen Macarena y el 43,9% en el Hospital Virgen del Rocío. Y es que, según los datos que maneja el sindicato, en los hospitales sevillanos se trabaja "bajo mínimos el 80% de los días". Concretamente, en la atención primaria hay un enfermero por cada 2.200 pacientes, cuando debería haber uno por cada 1.600. Los hospitales necesitarían más de 600 enfermeros para cubrir de forma adecuada toda la demanda, argumenta Josefa Botello.

Según la secretaria provincial del sindicato, Reyes Zabala, "este déficit importante de plantilla unido a la precariedad laboral del sector de la enfermería suponen una merma en la calidad asistencial durante los meses de verano" y, ante ello, Satse ha instado a los usuarios a denunciar cualquier incidencia y a "que no carguen sobre los profesionales". Además, Josefa Botello, ha recomendado a los enfermeros realizar "comunicados de riesgo" (escritos de denuncia) ante sus superiores y ha asegurado que el sindicato realizará "análisis de la salud profesional" de los trabajadores durante los meses de verano. "La administración no puede echarle la culpa de esta situación a la crisis sino a su propia gestión. Cuando vivíamos en años de bienes, la situación era la misma. Esto es una falta de respeto hacia los usuarios".