Sevilla

El juez cree que Carcaño se burla del proceso y confirma el jurado popular

  • La violación y asesinato de Marta del Castillo serán vistos por un tribunal ciudadano por tratarse de dos delitos "conexos"

El juez Francisco de Asís Molina, que investiga el asesinato y violación de Marta del Castillo, advirtió ayer que el presunto asesino, Miguel Carcaño, se está burlando del proceso con sus continuos cambios de declaración. El instructor del caso dictó ayer un auto en el que confirmó que el juicio se celebrará ante un jurado popular, si bien será la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla la que decida finalmente sobre el tipo de procedimiento por el que debe ser enjuiciado este caso.

En la última resolución judicial dictada en torno a la muerte de Marta del Castillo, el juez reitera su decisión de que el caso sea tramitado por un jurado a raíz de la última jurisprudencia del Tribunal Supremo, que anuló una condena de 83 años y ordenó repetir el juicio a un individuo acusado de asesinar y violar a dos policías al entender que éste debía ser enjuiciado ante un tribunal ciudadano.

El magistrado argumenta que esa sentencia afecta a unos hechos muy similares a los que se atribuyen a Miguel Carcaño y aplicable a la propia "idiosincrasia de este proceso", por cuanto inicialmente sólo se le imputaba la muerte y desaparición de la adolescente y fue el propio autor confeso de la muerte quien afirmó que antes la violó, razona el magistrado. Este episodio de agresión sexual, continúa el auto judicial, "está sustentado, en exclusiva, en su propia confesión, y hoy, para escarnio de un mínimo de respeto a la víctima, viene a ser negado en su última declaración, precisamente afirmando el imputado, sin rubor alguno, que confesó la violación para el juicio con jurado".

El juez ha desestimado, por tanto, los recursos de reforma presentados por los abogados defensores de Miguel Carcaño y de los otros tres imputados contra el auto que acordó la transformación de la causa en un procedimiento ante el jurado. Dice el juez que resulta difícil entender que después de "tamaño despropósito" -en referencia a las explicaciones que el principal implicado ofreció en su última declaración- la defensa de Miguel Carcaño "mantenga el recurso, y desde luego esa postura no hace sino reforzar la conclusión de que el modelo procesal de nuestro Estado de Derecho determina que el tribunal del Jurado sea el competente para enjuiciar al muerte y desaparición de la menor". El juez ya había señalado, cuando se pronunció sobre el modelo de juicio, que el asesinato de Marta pudo cometerse para "facilitar u ocultar" el delito de violación, por lo que el caso encajaría en el supuesto que establece el artículo 5.2.c de la ley del Jurado, que extiende la competencia para enjuiciar los delitos "conexos" cuando alguno de ellos se haya cometido "para perpetrar otros, facilitar su ejecución o procurar su impunidad".

El juez ha desestimado tanto el recurso de Miguel Carcaño como el de Samuel Benítez y el de María García, la novia de su hermano, Javier Delgado Moreno. En el caso de este último, el juez no se ha pronunciado, puesto que su defensa presentó el recurso directamente en apelación ante la Audiencia de Sevilla, órgano que resolverá definitivamente en las próximas semanas sobre el tribunal competente para enjuiciar el caso.

Francisco de Asís Molina entiende que las defensas han expuesto en sus recursos "una discrepancia de fondo sobre el criterio jurídico sostenido en la resolución recurrida para determinar el proceso aplicable, e intentan sustituir dicho criterio por el suyo propio".

La abogada Paloma Pérez Sendino, que representa a Miguel Carcaño, pidió que el caso fuese enjuiciado por jueces profesionales, al entender que la decisión del jurado popular se había basado en una única sentencia del Tribunal Supremo -para que se considere verdadera doctrina hacen falta al menos dos resoluciones en el mismo sentido- y partía de una "suposición" a la hora de fijar la competencia del jurado: que Marta fue asesinada para ocultar la violación, un delito del que no había más pruebas que la propia confesión del joven implicado. El recurso de la defensa se presentó antes de que Miguel Carcaño volviese a cambiar su versión de los hechos, en el transcurso de una cuarta declaración en la que sostuvo que Marta no fue violada y volvió a asumir la autoría de la muerte. Carcaño dijo en esta ocasión que golpeó a la joven con un cenicero y situó a su mejor amigo, Samuel Benítez Pérez, como la persona que se deshizo del cuerpo mientras él se quedó en el piso de León XIII limpiando restos de sangre y otras huellas del crimen.

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