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La juez de Instrucción 19 de Sevilla, Ana Escribano, ha imputado por homicidio a los padres de un bebé de 28 días que murió asfixiado por una bola de papel higiénico. El padre de la niña se encuentra en prisión preventiva como presunto autor del homicidio mientras que la madre está en libertad con cargos y está previsto que preste declaración hoy en el juzgado. La pequeña falleció el pasado 31 de agosto, pero la noticia no ha trascendido hasta ahora, cuando la juez ha citado a declarar a la madre en calidad de imputada y a varios vecinos de la pareja como testigos.

Los hechos ocurrieron la madrugada del último día de agosto en el 4ºC del bloque 9 de la barriada Macarena Tres Huertas, donde vivía la pareja. Según explicó el padre en su declaración ante la Policía, la niña tenía un corte en el labio y le aplicó un trozo de papel para taponar una pequeña hemorragia. Después le colocó el chupete y eso hizo que se tragara el papel, que terminó alojado en la tráquea de la niña causándole la muerte.

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional no da credibilidad a esta versión y considera al padre presunto autor de un delito de homicidio. Una de las pruebas fundamentales es el tamaño del papel, que los investigadores consideran demasiado grande para taponar un simple corte en el labio. La pelota de papel higiénico que bloqueó las vías respiratorias del bebé medía aproximadamente 4,5 por 2 centímetros.

En cualquier caso, los padres alertaron a los servicios de emergencias sanitarias cuando se dieron cuenta de la gravedad del asunto. Ante la tardanza de la ambulancia, decidieron llevar personalmente a la niña al Hospital Virgen Macarena, cuya entrada de Urgencias que está a apenas 300 metros de la vivienda de la pareja. Los médicos no pudieron hacer nada por salvar al bebé, que pudo morir en el trayecto de la casa al centro sanitario. La autopsia practicada a la menor, en la que estuvieron presentes los agentes del Grupo de Homicidios, reveló que la causa de la muerte había sido la obstrucción de las vías respiratorias por esta bola de papel.

Los padres de la pequeña son muy jóvenes. Él, Rubén C. O., tiene 26 años y ella, Esther S. D., 22. Los dos tienen antecedentes delictivos. Él cuenta con siete detenciones anteriores por robos con violencia e intimidación y ella también fue arrestada en una ocasión por la Policía Nacional por participar en un robo con violencia. La pareja residía en el piso en el que había vivido Rubén la mayor parte de su vida y era propiedad de sus padres, que actualmente están separados. El piso está precintado desde el mismo día en que murió la menor y ayer todavía conservaba la cinta de la Policía Científica.

Algunos vecinos del bloque explicaron a este periódico que a lo largo del mes de agosto habían oído fuertes discusiones de la pareja. "Como hacía mucho calor, las ventanas estaban abiertas y se oía todo desde la calle. La muerte de la niña debió ser sobre las seis de la mañana. Mi marido escuchó cómo él gritaba cuando hablaba con el 061 diciéndole que era una niña de un mes y que se estaba asfixiando. Hay quien dice que también estaba llena de moratones".

Muchos de los residentes en este bloque acababan de regresar de las vacaciones y pasaban su primera noche en Sevilla, por lo que recuerdan lo ocurrido en el 4ºC. La mayoría define a Rubén como un chico problemático desde pequeño. "Decían que había estado en Barcelona un tiempo trabajando pero dónde había estado era en la cárcel". Cuentan que el padre iba cada mañana a las siete a despertar a su hijo y al mediodía regresaba cargado con las bolsas de la compra porque le llevaba la comida a su hijo. "El piso estuvo vacío un tiempo y él volvió cuando su mujer ya estaba embarazada". Incluso apuntan una curiosidad. La niña nació el 2 de agosto, el mismo día que su padre y presunto homicida.