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Sevilla

La Policía registra en el centro ocho denuncias al día por tirones y robos

  • La presencia de carteristas aumenta en los días previos a las fiestas · Las víctimas suelen ser extranjeros abordados por menores cuyas familias les obligan a delinquir

La Policía alerta de la existencia de niños carteristas en el casco histórico durante las fiestas navideñas. Los hurtos y robos al descuido constituyen la modalidad delictiva más común en el centro de la ciudad durante todo el año, pues se registra una media de ocho denuncias diarias, según las estadísticas disponibles de los primeros meses del año. No obstante, estos delitos se disparan en los momentos de mayor aglomeración de público, tanto en Semana Santa como en Navidad.

Quienes cometen estos robos suelen ser niños o adolescentes menores de 18 años que cumplen órdenes de sus padres, que suelen vigilarlos de cerca. La pena que cumplirían en caso de ser detenidos y juzgados es siempre muy inferior a la que se tendrían que enfrentar sus progenitores en caso de ser arrestados.

La mayoría de los autores de estos delitos son menores extranjeros, principalmente de origen rumano. En muchos casos los delitos los cometen niñas cuyas madres aguardan a unos metros a que la menor se haga con una cartera o con un bolso. Es frecuente que estas adolescentes ni siquiera tengan 14 años, la edad mínima de responsabilidad penal. En ese caso, la Policía no puede hacer nada contra ellas, salvo ponerlas a disposición de sus padres en el caso de que sean sorprendidas cometiendo un robo. Sólo en el hipotético caso de que se pueda demostrar con pruebas sólidas que es la madre quien está detrás de estos delitos puede la Policía arrestar a la progenitora.

La mayoría de las víctimas son turistas extranjeros, que generalmente son más confiados que los sevillanos. Los carteristas, conocidos en el argot policial con el nombre de piqueros, actúan principalmente en el barrio de Santa Cruz y en las zonas comerciales, tanto del centro como de otros distritos de la ciudad, principalmente Nervión. Suelen aprovechar las aglomeraciones para pasar desapercibidos y perderse entre la multitud después de haber robado una cartera o introducir la mano en un bolso. En los últimos meses, sin embargo, estos delincuentes también han aprovechado las dificultades para circular a pie por zonas en obras como la Encarnación para cometer, sobre todo, robos de carteras por el método del descuido.

En ocasiones, estos adolescentes también suelen hacerse pasar por sordos para pedir donativos a los viandantes. Para reforzar su interpretación portan carpetas con el emblema de alguna asociación nacional de sordos, con las que piden una aportación económica, la firma y el DNI. De esta manera pueden robar la cartera al ciudadano que colabore con ellos en un descuido y realizar cualquier compra con su tarjeta de crédito. La Policía Local ha tratado de combatir a estos pequeños delincuentes intentando imputar a los padres como presuntos autores de un delito de mendicidad, pero de momento las gestiones realizadas con la Fiscalía de Menores no han prosperado.

Muchos de estos menores son traídos a diario al centro por sus padres desde los asentamientos en los que viven, tanto en la zona del Charco de la Pava como en otras áreas de la corona metropolitana. Luego los padres les exigen el dinero recaudado a lo largo del día. Como ocurre con los carteristas, las principales víctimas son los turistas extranjeros.

La modalidad del tirón también se mantiene en el centro, pese a que son muchos más frecuentes los hurtos. El tirón, más propio de otros tiempos, persiste aunque sucede de manera esporádica. Para la Policía son robos muy difíciles de esclarecer, ya que los delincuentes suelen llevar el rostro cubierto por un casco de motorista y los agentes sólo cuentan como pista con el testimonio de la víctima, que apenas tiene tiempo de reconocer a su agresor.

Tanto la Policía Nacional como la Policía Local tienen grupos especializados en la vigilancia del casco histórico y en la protección de los turistas. La comisaría de la Alameda de Hércules recibe una media al mes de 250 denuncias por este tipo de robos pero, en épocas festivas, los casos se elevan algunos días hasta el centenar.

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