Aminatu Haidar ya no está sola. Eva A. G., una joven estudiante de 22 años, inició el pasado viernes su propia huelga de hambre en la Plaza Nueva para exigir al Gobierno más contundencia para resolver el conflicto planteado por esta activista, que cumplió ayer su vigésimo séptimo día de ayuno. "Mi objetivo es apoyar a Aminatu para que pueda regresar a su país, al Sahara Occidental", comenta la joven, que estudia en Sevilla. "Es un gesto con el que pretendo solidarizarme con Aminatu y denunciar el juego de pase de responsabilidades que se da entre el gobierno español y marroquí, que no toman una posición firme de respeto a los derechos humanos ni del derecho de libre circulación", añade ante la expectación de curiosos y medios de comunicación.

Sobre una alfombra, Eva no quiere hablar ni de su vinculación con el pueblo saharaui, ni siquiera de las inquietudes que la han llevado a tomar tan firme decisión: "No quiero que ni una sola línea se dedique a mi persona; el protagonismo de esta protesta pacífica es el pueblo saharaui y Aminatu Haidar", comenta con firmeza y serenidad. Ni siquiera quiere desvelar sus apellidos, que oculta bajo iniciales, ni su lugar de nacimiento: "Soy española".

Algo mareada, Eva sólo toma agua e infusiones y su propósito es permanecer así de manera indefinida en la Plaza Nueva. "Es necesario presionar a España, aunque sea a título individual, para que sea más contundente ante Marruecos", asevera. Un joven saharaui que acompaña a Eva en esta protesta pacífica advierte que el camino iniciado por Haidar lo seguirán otros: "Mientras los saharauis esperamos las resoluciones de la ONU y de los gobiernos, vivimos en campos de refugiados; Aminatu nos ha enseñado qué podemos hacer para que no se olviden de nuestro pueblo".

Ataviada con el tradicional vestido melhfa, Eva asegura que el "destierro" de Aminatu no es una "actuación aislada, sino que forma parte de la política de represión que realiza el gobierno marroquí sobre el pueblo saharaui". "Aminatu, como activista internacional, necesita viajar para difundir el mensaje de su pueblo. Ahora, se la ha bloqueado y matado políticamente", añade con un discurso ágil y bien aprendido.

La joven considera que el Gobierno español es "parte responsable" de la situación en la que se encuentra Haidar, que cumplió ayer su vigésimo séptimo día en huelga de hambre. Ante el "bloqueo" político, el "cierre" mediático y el "pase de responsabilidades" entre la ONU, la UE, Estados Unidos y España, el pueblo saharaui "no tiene otra alternativa que difundir su mensaje de forma pacífica, pero más radical para tener difusión, aunque sea jugándose la vida y la salud", concluye.

Los que se han solidarizado con las activistas pasaron ayer la noche en la Plaza Nueva, después de intentar dormir en este enclave dos noches consecutivas con tiendas de campaña. "La Policía nos desalojó, así que pasaremos la noche sin tiendas", explicaron. El jueves solicitaron, de urgencia, a la Subdelegación del Gobierno permiso para instalar una jaima frente al Ayuntamiento para esta protesta, pero obtuvieron una negativa por respuesta.