Sevilla

El Taxi paró todo el día y un pacto con la Subdelegación suavizó la protesta

  • El gremio, que reanudó el servicio de madrugada, decidirá hoy si deja de trabajar en los días claves de Navidad · El Metrocentro volvió a verse afectado por el paro

Un pacto con la Subdelegación del Gobierno evitó ayer que el tráfico de la ciudad se colapsara hasta niveles imposibles por la tercera protesta de los taxistas, esta vez desde las diez hasta las cuatro de la tarde desde Santa Justa a la Plaza Nueva. Las dos patronales se comprometieron a dejar libre los cruces para facilitar el paso del resto de la circulación, según confirmó a este periódico Enrique Filgueras, presidente de la asociación Solidaridad del Taxi. La mediación del subdelegado Faustino Valdés con los taxistas está salvando al alcalde de varios apuros con este agitado gremio. "Faustino cumple y negocia, no impone", declaró Filgueras para elogiar a este político que los conoce bien desde que fue responsable del área de Tráfico en el Ayuntamiento en 2003.

Peor aún que la protesta, la tercera en un mes, fue que no hubo servicio de taxi en todo el día, ni siquiera para emergencias y sólo se reanudó a la una de la madrugada, pese a que en teoría la movilización tenía permiso oficial para acabar a las dos de la tarde. De nuevo los servicios mínimos son inexistentes en este transporte público en concesión cuyo control correponde al Ayuntamiento. El gremio amenaza con interrumpir por completo el servicio los días claves de Navidad, tales como el 24 y 25 de diciembre, 31 y 1 de enero, si la reunión de hoy a las 9:30 con los responsables políticos de Movilidad no arroja los resultados que esperan. Los taxistas exigen el compromiso municipal de retirar del mercado 25 licencias de taxi con una inversión total de 1,5 millones de euros, tal como se aprobó en el pleno de octubre de 2005. Lo que silencian es que de 2005 a 2007 no mostraron interés alguno en solicitar el rescate de esas mismas licencias y preferieron alquilarlas o venderlas porque entonces no sufrían la crisis económica actual.

El tranvía del Prado a la Plaza Nueva se vio afectado por la protesta de forma intermitente pasadas las 10:30 y hasta la hora de salida de las oficinas, lo que obligó a centenares de ciudadanos a remojarse bajo la lluvia mientras recorrían a pie este trayecto. El colapso de tráfico fue más grave en el centro y su entorno cuando sobre las 13:30 los taxistas dejaron aparcados los coches desde el Costurero de la Reina hasta la Plaza Nueva, inutilizando un sentido de circulación del Paseo de las Delicias, Paseo de Colón y Reyes Católicos. La calle Zaragoza rebosaba de taxis aparcados en fila india hasta el límite con Méndez Núñez.

Una vez en la sede del Ayuntamiento en la Plaza Nueva, el malestar de los taxistas llegó a su cénit porque ningún responsable del gobierno local (ni el alcalde ni los del área de Movilidad) salió a recibirlos mientras la plaza estaba blindada por antidisturbios y policías locales. "La cosa es dramática. Aquí no hay nadie. Nos ha atendido el director del Instituto del Taxi que no puede decidir. Y sólo nos dicen que si radicalizamos las medidas, el Ayuntamiento empezará a abrir expedientes", relataba Filgueras a los presentes mientras recordaba que los últimos 410 expedientes que se abrieron por la última huelga de taxis en Feria y Semana Santa acabaron en saco roto por el vacío normativo actual que impide regular al sector. La ordenanza de taxis de 2000 está obsoleta y el borrador de la nueva lleva años en el cajón esperando una norma andaluza.

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