TIEMPO El tiempo en Sevilla pega un giro radical y vuelve a traer lluvias

Sevilla

Las lluvias lastran la conservación de la antigua comisaría de la Gavidia

  • El informe técnico revela unas patologías que condicionan su venta · Las vigas y pilares no resisten los 500 kilos de peso por metro cuadrado que se exigen para el uso comercial que pretende el Consistorio

El diagnóstico sobre la salud del edificio de la antigua comisaría de la Gavidia es claro: grietas, humedades considerables y oxidaciones. A todo esto hay que añadir los problemas que origina la debilidad del subsuelo sobre el que se asienta. Las lluvias lastran la conservación de un edificio que el Ayuntamiento quiere ahora enajenar como centro comercial para sanear sus maltrechas cuentas después de haber quedado desierto el concurso que planteaba su uso como sede de oficinas municipales reservando un 20% del espacio para uso privado. La crisis económica destrozó las previsiones del Consistorio. La venta del inmueble para fines comerciales conlleva -al margen de la oportuna modificación del PGOU- la necesidad de reforzar vigas y pilares, ya que las plantas primera y baja no soportan actualmente los 500 kilos por metro cuadrado que se exigen para garantizar la presencia de público y mercancías. El edificio no está actualmente preparado para este uso. Los técnicos recuerdan que esta imposibilidad tiene su lógica al estar el inmueble concebido en sus orígenes -hace ya más de 40 años- como comisaría de Policía y no como grandes almacenes. "Todo lo que sea modificar el uso inicial lleva aparejada la necesidad de realizar reformas y la obligación de adecuación a una normativa que entonces no existía y que ahora es mucho más restrictiva", según explica uno de los técnicos que ha trabajado directamente en la inspección del inmueble.

La Gerencia de Urbanismo dispone ya de dos informes técnicos realizados por la empresa de ingeniería Vorsevi en los que se recoge un análisis general sobre el estado de conservación del edificio y una evaluación de las estructuras de las plantas baja y primera. La inspección global revela, en primer lugar, las consecuencias del destrozo de los paramentos exteriores del inmueble, lo que ha permitido todos estos años la entrada de agua de lluvia con la consiguiente formación de humedades en los muros y la formación de lagunas de agua. Las oxidaciones de material y las corrosiones son también comunes. Y la aparición de grietas, apreciables en todas las plantas (sobre todo en la zona central) se atribuye a las características de la cimentación. El edificio sufre los efectos de estar levantado sobre un terreno débil, "como ocurre en general en todo el conjunto histórico de una ciudad como Sevilla", como explican los técnicos que han dirigido el informe y que han sido consultados por este periódico. El informe recomienda la necesidad de realizar un estudio pormenorizado de las grietas "antes de acometer cualquier intervención".

Las principales patologías del edificio pueden estar originadas, precisamente, por las características de la cimentación, por lo que el dictamen técnico se refiere al "elevado peso transmitido a un suelo relativamente suelto" y de "naturaleza heterogénea y con deformaciones variables". Por ello, esta descripción del subsuelo realizada tras las correspondientes catas no ofrece una "total garantía de cara a una cimentación directa".

Por este motivo, los técnicos dejan claro que en el caso de que el edificio se destine a galerías comerciales se debe apostar necesariamente por una "mejora del terreno infrayacente a la cimentación" mediante un tratamiento del suelo a base de inyecciones de hormigón o microcemento en un primer nivel: "Esta solución es económicamente más competitiva respecto al recalce de la totalidad de la cimentación". El objetivo fundamental de esta acción sería mejorar las características mecánicas del suelo y disminuir la permeabilidad del mismo.

La sobrecarga de uso debe limitarse a 300 kilos por metro cuadrado. Con este margen técnico, la seguridad del edificio está garantizada para su uso como oficinas, pero no lo está en el caso de que se pretenda utilizar como galerías comerciales. En tal supuesto sería obligatorio realizar refuerzos en vigas y pilares. Estas soluciones no serían excesivamente complejas, a juicio de los técnicos, y consistirían en la introducción de más hierro y acero, que son los principales materiales constructivos del inmueble.

En cualquier caso, para que la antigua comisaría albergue un centro comercial o incluso un hotel (usos terciarios), el Pleno tendría que aprobar una modificación del Plan General, ya que en este documento se recoge la parcela como Sistema General, con la calificación de SIPS-SC, suelo de interés público y social, socio-cultural. El PGOU da por hecho que se destinará a equipamientos administrativos: "En el sector norte del Casco Antiguo se localizan nuevas parcelas de equipamientos administrativos buscando el equilibrio entre el sector norte y sur, como son: la parcela en Torneo, en Plaza de Armas, el antiguo edificio de la Policía en la Gavidia y en la Alameda".

El socio de gobierno de los socialistas en el Ayuntamiento, IU-CA, ya ha expresado sus reticencias a que se modifique el PGOU para hacer posible la operación y a que se apueste por una "despatrimonialización" de los bienes. La formación de izquierdas ha advertido que el PGOU es la "hoja de ruta a seguir", por lo que dicho inmueble debería "albergar edificios municipales" y acoger los servicios centrales de la Agencia de Recaudación.

El Ayuntamiento de Sevilla adquirió el edificio en el año 2007 por 9,9 millones más cinco parcelas valoradas en 2,3 millones de euros en las que el Ministerio del Interior debía construir cinco comisarías. Por el momento, sólo ha comenzado la obra de una. Y la antigua comisaría envejece.

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