Bombero sevillano en haití

"O vas con escolta o es un suicidio asistir"

  • Un bombero sevillano fue asaltado por "hambrientos desesperados" mientras buscaba supervivientes

Impotencia. Serenidad. Equilibrio y mucha frialdad en las actuaciones al estar ante una situación "muy grave". Así se ha sentido Jaime Parejo, bombero que ha intervenido en las labores de rescate de Haití. Ante el destructivo terremoto que asoló la ciudad el pasado martes 12, fue al día siguiente cuando Javier Luque, cabo de Bomberos de Écija y Responsable de la Unidad Canina de Rescate del Sistema Operativo Provincial de Bomberos de la Diputación de Sevilla, solicitó a Jaime Parejo que en base a su nivel de experiencia se integrara como mando operativo en el citado dispositivo de búsqueda y rescate que estaría formado por dos equipos caninos de rescate. No se lo pensó ni un minuto y dijo que sí. Inmediatamente se activó el dispositivo especializado, bajo el apoyo del Ayuntamiento de Écija y la Diputación de Sevilla.

El viernes 15, ya con "excesivo e involuntario retraso", volaron hacia Santo Domingo. "El tiempo es vital. Las unidades caninas son de  vitales en estos siniestros", relata Parejo. El equipo consiguió, no sin alguna que otra dificultad, desplazarse la misma noche de llegada por la arriesgada vía terrestre a Puerto Príncipe. Allí verificaron que debido a la ausencia de fuerzas de orden público en las calles, donde la población estaba "extremadamente tensa y sumida en un caos total", resultaba imprescindible desarrollar las operaciones de búsqueda bajo protección de escolta.

"Los ánimos de los ciudadanos estaban muy tensos. Había rechazo y miedo a que actuáramos. Entramos en varias zonas sin escolta, pese a las advertencias de riesgo. Nos arriesgamos. Pero nos tuvimos que marchar. Soltamos a los perros y vino un grupo de personas hambrientas, desesperadas, a asaltarnos. Nuestras vidas corrieron peligro", manifiesta Parejo. Nada era sencillo. Las complicaciones se seguían sucediendo. Los Bomberos pidieron a la ONU que fueran escoltados para poder realizar las tareas de rescate. Sin embargo les informaron de que no existían ya medios disponibles para ello, decidiéndose batir exclusivamente los edificios cuyo perímetro esté provisto de cordón de seguridad. El tiempo se agotaba. Sólo tenían para buscar hasta el sábado, cuando las máquinas iban a empezar a trabajar, ya que los cadáveres no pueden estar descomponiéndose bajo los escombros por riesgo a epidemias. Realizaron las operaciones de búsqueda sin encontrar supervivientes. En un tercer edificio siniestrado sólo le permitieron realizar la batida por un máximo de cinco minutos, explica Parejo. Casualidad que es donde se estaba realizando la reunión de representantes de la ONU. "No entendíamos por qué no podíamos realizar nuestra labor", declara. Fueron 48 horas de intenso trabajo y búsqueda.

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