Sevilla

"Se ha hecho un daño a la imagen de la Universidad, pero no irreparable"

  • El máximo responsable de la Hispalense repasa la semana en la que la institución ha estado en la picota mediática debido a la norma que permitía a los alumnos sospechosos de copiar continuar el examen

Lo que se planteó como una medida garantista para los estudiantes se ha convertido en una pesadilla para el rector de la Universidad de Sevilla, Joaquín Luque. La aprobación de una normativa cuyo artículo 20 permitía a los alumnos sospechosos de copiar terminar sus exámenes, para luego reclamar su posible inocencia, ha sido interpretada por la mayoría de la sociedad mediática como una licencia para copiar, además de un golpe más a la ya de por sí mermada autoridad del profesorado. Finalmente, el artículo ha sido retirado. A Luque le queda la sensación amarga de que no se ha querido comprender el espíritu de la ley.

-Primero la paralización de la Biblioteca del Prado, después el rechazo de la candidatura para Campus de Excelencia, ahora la polémica por la normativa de evaluación... ¿Ha sido éste su annus horribilis?

-En absoluto. Me parece un enfoque ajeno a la realidad universitaria. En el último ejercicio se han logrado importantes avances en la Hispalense. Hace poco tiempo hice un balance de gestión que fue aprobado mayoritariamente por el Claustro. Ahí están los avances en infraestructuras, como la inauguración de la nueva Facultad de Derecho, algo histórico, y el que en dos años nos hayamos incorporado al cien por cien a Bolonia. Estos logros no los puede ensombrecer una polémica mediática.

-La normativa se aprobó en septiembre. Sin embargo, la polémica ha saltado cuatro meses después. ¿Hay alguien que le quiere mal?

-Yo no quiero hacer juicios de intenciones. No tengo ningún dato que me permita conocer lo que ha sucedido. Dejo a la inteligencia del lector la interpretación adecuada.

-Se le ha criticado su tardanza en salir al ruedo a defender la actuación de la Universidad.

-No estoy de acuerdo. Desde el minuto uno el portavoz de la Universidad y miembro del equipo de gobierno rectoral ha estado dando la cara. Ésta es una norma que es del Consejo del Gobierno, no del rector. Este órgano colegiado ha reaccionado en tiempo récord: una semana, de lunes a lunes, eso en la Universidad es una respuesta muy rápida. Otra cosa es que no hemos sido capaces de contrarrestar con eficacia la interpretación falsa que se estaba haciendo de la norma.

-¿Se ha sentido solo?

-No. He recibido numerosísimas llamadas y mensajes de muchos miembros de la comunidad universitaria, algunos muy prestigiosos, que me han mostrado su sorpresa, apoyo y disposición. Eso personalmente. Institucionalmente tampoco me he sentido solo. La prueba está que la solución que propuse al Consejo de Gobierno, derogar el artículo 20 de la norma, fue aprobada.

-Llamaron mucho la atención las declaraciones del consejero de Innovación, Martín Soler, y del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que suponían una desautorización de la norma.

-Martín Soler ha dicho que le parece mal que los alumnos copien... a mí también. Martín Soler ha dicho que le parece mal que los profesores pierdan su autoridad... a mí también. Estoy totalmente de acuerdo con sus declaraciones.

-La crítica de los medios de comunicación ha sido casi unánime.

-Ha habido medios que han tenido una interpretación de la norma muy desenfocada. Después de leer el texto, es imposible deducir que se consagra el derecho a copiar o una pérdida de autoridad del profesorado.

-¿Los profesores críticos también han estado desenfocados? Han realizado críticas especialmente duras .

-La respuesta de la comunidad universitaria es en parte a la norma y en parte a lo que se ha dicho que dice la norma.

-¿Cree que, como dicen algunos profesores, se ha realizado un daño irreparable a la imagen de la Universidad?

-No. Es verdad que se ha hecho un daño, pero ésta es una institución suficientemente sólida y con suficientes logros, capacidades y méritos como para que una polémica de esta índole pueda hacerle un daño irreparable.

-¿Cómo será la nueva redacción del artículo 20 de la norma?

-Eso es algo que tendrá que decidir el Consejo de Gobierno. En cualquier caso le puedo garantizar que no se menoscabará ni la autoridad del profesor ni las garantías de los estudiantes.

-¿Qué enseñanza ha sacado de todo este asunto?

-Que hay que explicar bien las cosas.

-Cambiando de tercio, ¿cuándo tendremos alguna novedad sobre el pleito de la Biblioteca del Prado?

-Actualmente, el caso está en el Tribunal Supremo. Según los abogados, el problema no se resolverá hasta dentro de uno o dos años.

-¿Es usted optimista?

-Sí, y también los abogados.

-¿Qué opina Zaha Hadid de la paralización de su proyecto?

-La ve con preocupación, como es lógico.

¿Contempla un plan B para el caso en el que el Supremo le de la razón a los vecinos?

-No. Estoy convencido de que todo saldrá bien.

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