Tener un hermano en el centro educativo para el que se solicita plaza será fundamental en el proceso de escolarización que comienza mañana. La Junta de Andalucía cambia el baremo que regía hasta ahora en el que la cercanía al colegio o instituto en el que se quería matricular a los hijos era el factor fundamental. Es la principal novedad de la nueva escolarización que se inicia manaña en la que la oferta educativa se verá incrementada en el Casco Antiguo con la suma de un nuevo colegio de Infantil y Primaria. Las solicitudes se podrán presentar en los centros educativos y otros organismos de la Junta hasta el 31 de marzo.

La conciliación familiar que la Junta tanto ha defendido los últimos años se evidenciará en la actual escolarización. Los sevillanos que quieran tener a sus hijos en un mismo colegio lo tendrán más fácil tras el cambio introducido por la consejería que dirige Mar Moreno, que otorgará 13 puntos a las solicitantes que reclamen una plaza en los centros donde ya tengan matriculado a otro hijo. De esta forma, el agrupamiento familiar se convierte en la condición más importante para obtener una plaza educativa, por encima de la residencia familiar, criterio que ha provocado numerosos fraudes e investigaciones policiales los últimos cursos.

Este nuevo criterio abarca varias hipótesis: que los hermanos vayan a un mismo curso, que quieran matricularse en cursos distintos, o que uno de ellos ya esté estudiando en el centro solicitado. El total de puntos en todos los casos será 13. Dicha condición no se aplicará si se solicita plaza en un colegio concertado donde un hijo ocupe una plaza privada y se quiera matricular a otro en una pública. De esta forma, las familias con dos hijos o más tendrán prioridad sobre las que sólo tengan uno a la hora de conseguir una vacante.

La conciliación familiar también se verá premiada en el caso de aquellos padres que trabajen en el colegio para el que solicitan plaza para sus hijos. Las reivindicaciones de la Unión Sindical Obrera (USO) han logrado que se puntúe con 3 puntos (cuando en el borrador inicial sólo estaba previsto 1) a los hijos de los trabajadores del centro educativo.

Estos criterios se aplicarán en aquellos colegios donde haya un excedente de demanda. En caso de que exista un empate se procederá a realizar un sorteo. La Delegación de Educación buscará una plaza para los niños que se hayan quedado sin poder entrar en los colegios más cercanos de la zona, aunque en este proceso la cercanía es bastante relativa, más aun tras el nuevo mapa de escolarización que entró en vigor el año pasado por el que un distrito educativo puede abarcar hasta 6 kilómetros de extensión. De esta forma, si un niño del Casco Antiguo no logra plaza en un colegio del centro para el que sus padres habían solicitado la escolarización puede ser reenviado a un centro de San Jerónimo, al pertenecer al mismo área. Hay que recordar que la cercanía al centro escolar también se puntúa por domicilio laboral de los padres y que las familias cuentan con 6 puntos si quieren matricular a sus hijos en colegios que se encuentran en zonas limítrofes, como por ejemplo en caso de que unos padres vivan en el centro pero quieran que sus hijos estudien en un colegio de Nervión.

Según el balance que realiza cada año el departamento que dirige Jaime Mougan, la oferta supera a la demanda, un principio que no evita que haya muchas familias que se queden sin plaza en el colegio deseado. Esta disyuntiva es más evidente en los colegios concertados, principalmente del Casco Antiguo y Nervión, distritos muy masificados. Este hecho ha provocado que, incluso, la Justicia se haya pronunciado a favor de aquellas familias que cumplen el ideario católico de centros de gestión privada religiosa y financiación pública, en detrimento de los que escolarizan a sus hijos en dichos centros por cercanía.

Uno de los distritos que carece de una oferta educativa proporcional a su población es el Casco Antiguo, donde tras las promesas de construir un colegio en los Jardines del Valle, la Delegación de Educación, previo acuerdo con el Ayuntamiento, tendrá que adaptar el Colegio Virgen de la Esperanza (hasta ahora centro de Educación Especial, en la calle Recaredo) para ofertar el próximo curso 50 plazas para niños de 3 años. Una ampliación que está muy lejos de satisfacer la demanda real de esta zona.