La Fiscalía de Sevilla imputó ayer un delito de asesinato a los padres del bebé de 28 días que murió asfixiado con una bola de papel higiénico en la madrugada del 31 de agosto de 2009. En el transcurso de una vista que prevé la ley del jurado para la concreción de la imputación, el fiscal atribuyó -aunque formalmente aún no se ha calificado como tal- un delito de asesinato a R. C. O., de 26 años y padre de la niña que se encuentra en prisión preventiva desde que ocurrieron los hechos. En el caso de la madre, Esther S. D., de 22 años, el representante del Ministerio Público considera que también es "responsable" de la muerte de la pequeña, aunque su conducta pueda obedecer a una presunta omisión a la hora de llevar al bebé al servicio de Urgencias.

El relato de hechos que hace la Fiscalía recoge que el padre, como la niña no paraba de llorar, introdujo el papel -de unos 4,5 por 2 centímetros- en la boca del bebé con la intención de "hacerlo callar" y, a continuación, le empujó con el dedo con la misma intención, dijeron fuentes del caso.

La niña se asfixió y cuando el padre informó de lo ocurrido a su compañera sentimental, que estaba en otra habitación descansando, ésta lejos de actuar con rapidez y llevarla a los servicios de urgencia, se puso de acuerdo para ocultar lo ocurrido y "fingir" una llamada a los servicios sanitarios, según la tesis de la Fiscalía. Cuando finalmente los padres llevaron a la niña al hospital, a las siete de la mañana, el bebé ya había fallecido. De hecho, los médicos de urgencias señalaron en su declaración en el juzgado de Instrucción número 19 de Sevilla que la impresión que tuvieron al ingreso de la niña es que el bebé se hallaba "cianótico y frío", a pesar de lo cual estuvieron practicándoles maniobras de reanimación durante 30 minutos sin éxito.

La autopsia halló en el cuerpo del bebé una tasa mínima de alcohol, aunque las fuentes consultadas no pudieron precisar si el alcohol pudo transmitirse de la madre a la hija durante la toma del pecho, o fue aplicado directamente, como sostiene el padre, que declaró que le colocó un papel con alcohol porque tenía una herida en el labio y que la niña se lo tragó, provocándole la muerte.

Por estos hechos, la Fiscalía podría acusar a los padres de un delito de asesinato con el agravante de parentesco, aunque por el momento todavía no se han concretado los delitos e incluso, según las mismas fuentes, la calificación podría variar, sobre todo en el caso de la madre, que se encuentra ahora en libertad provisional con cargos.

La defensa de los padres ha pedido que se considere lo ocurrido como un homicidio imprudente en el caso de R. C. O. y que se archive la causa contra la madre.