El Renault Clio que atropelló a Almudena González y Patricia Alfaro la madrugada del Sábado Santo al Domingo de Resurrección circulaba a una velocidad aproximada de 83 kilómetros por hora en el momento del accidente. Ésta es la conclusión preliminar a la que han llegado los agentes de la Policía Local, que han elaborado un informe pericial del siniestro basándose en la distancia recorrida por los dos cuerpos en el aire y en el peso tanto de las dos víctimas como del vehículo, según informaron ayer a este periódico fuentes judiciales. En cualquier caso, la velocidad del vehículo en el momento del accidente estaría comprendida en la horquilla de entre los 80 y los 90 kilómetros por hora.

De circular a 83 por hora, esto supone que el turismo iba a una velocidad superior en 33 kilómetros por hora a la permitida en casco urbano, que es de 50. Además, la Policía tiene certificado que el conductor no sólo se saltó el semáforo del paso de peatones en el que se produjo el accidente, situado junto a la Torre del Oro, sino que también debió saltarse en rojo al menos uno más ubicado unos metros atrás, junto a los jardines del Cristina. Así ha quedado acreditado tanto por los testigos como por la secuencia de los semáforos.

La Policía ha terminado ya el atestado del accidente y lo ha remitido al juzgado de Instrucción 9 de Sevilla, encargado del caso. Los agentes tomaron ayer declaración a los dos taxistas que trasladaron a las víctimas y a sus amigos, que se subieron en las inmediaciones de la Barqueta y se bajaron junto a la Torre del Oro con la intención de dirigirse a la Puerta de Jerez para tomar el Metro y regresar a Mairena del Aljarafe. En el taxi del que se bajaron Patricia y Almudena se quedó otra amiga pagando la carrera, mientras que las otras dos jóvenes se apearon y cruzaron por el paso de peatones.

Ninguna de las dos pudo esquivar a tiempo el Renault Clio conducido por Fernando Vargas y ocupado también por Adrián del Nido, hijo del presidente del Sevilla F. C., José María del Nido. El coche sólo presenta un impacto en la parte delantera izquierda, por lo que se desprende que las dos jóvenes caminaban en paralello y fueron arrolladas al mismo tiempo. Las víctimas golpearon el parabrisas del coche y fueron impulsadas en el aire una distancia de 37,50 metros en un caso y 29,28 en el otro. Analizando estas distancias y teniendo en cuenta el peso tanto de los dos cuerpos como del Renault Clio y los vestigios del accidente -piezas del coche y pertenencias de las víctimas esparcidas por la calzada-, la Policía ha podido averiguar la velocidad aproximada a la que circulaba el vehículo que causó el doble atropello.