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Sevilla

La Audiencia ratifica la condena a las arquitectas de Bustos Tavera

  • Los jueces mantienen la pena de un año de cárcel y tres de inhabilitación a las dos profesionales por la imprudencia que ocasionó el derrumbe del edificio en 1999

La Audiencia de Sevilla ha ratificado la condena a dos arquitectas por el derrumbe que ocasionó la muerte de una joven de 25 años, Teresa Guardia Vidal, la tarde del 6 de abril de 1999 en la calle Bustos Tavera. La sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia asegura que "el colapso del muro de la fachada pudo y debió ser evitado si se hubieran adoptado medidas que van desde el conocimiento de la composición del muro hasta el cálculo de su resistencia".

Los jueces confirman así la condena de un año de cárcel y tres de inhabilitación impuesta a las arquitectas María de la O S. I. y Mercedes B. F. por un delito de homicidio por imprudencia profesional grave. Igualmente, el tribunal mantiene la indemnización de 180.000 euros a los padres de la víctima y sólo introduce una modificación en cuanto a los intereses que deben percibir éstos.

La Audiencia mantiene que el "error inicial" en el diagnóstico del estado de la fachada que se derrumbó es "clamoroso" puesto que las condenadas estimaron que el muro era de ladrillo macizo y sin embargo estaba relleno de otros elementos. El edificio en cuestión databa del siglo XVIII y se estaba rehabilitando para construir viviendas en su interior. Parte de esa reforma pasaba por la demolición del interior del inmueble, mientras que la fachada debía de conservarse.

Los jueces también exponen que las arquitectas "tenían necesariamente que conocer el dilatado historial de expedientes de ruina que pesaban sobre el edificio" y apuntan que ya en el año 1987 la Gerencia de Urbanismo advertía del "mal estado de conservación" de la fachada, con "enfoscados desprendidos y fisuras, mientras que en 1990 la propiedad fue requerida para el "resanado de la fachada". La sentencia explica que las propias acusadas advirtieron en 1997 del estado de "ruina total y la alta degradación del inmueble por las lluvias" y de la posibilidad de que la fachada "puede ser que no soporte el empuje de los escombros que se producirían si se produce la caída de la primera crujía". El tribunal sostiene que "ni siquiera se puede mantener que el aspecto visual de la fachada fuera correcto".

Para la Audiencia, la muerte de la joven estudiante barcelonesa que paseaba por la calle Bustos Tavera cuando se produjo el derrumbe se debería haber evitado "si se hubiera realizado un estudio básico de la resistencia del muro". De ahí que los jueces consideren lo ocurrido como una imprudencia grave. "Ciertamente el colapso es difícil de prever y se da por agotamiento de los materiales. Ahora bien, conocer los materiales habría favorecido conocer su resistencia y que el material de relleno facilitó el colapso. La falta de conocimiento del estado y la composición del muro y la falta de catas para determinar su resistencia, junto a otros errores, determinaron la caída del muro", concluye la Sección Tercera para rechazar el recurso de las arquitectas.

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