Desautorizado públicamente por su propio partido, el PSOE, en el que milita desde 1969, el vicepresidente de Tussam, Guillermo Gutiérrez, presentó ayer su dimisión irrevocable de la dirección de la empresa por "coherencia y dignidad", después de que la dirección del partido puenteara al Ayuntamiento y lograra suspender la huelga en Feria.

Con tres años largos en el puesto, abandona este encargo personal que antes de las elecciones municipales de 2007 le hizo el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín. Se marcha feliz para centrarse en su trabajo de profesor de Ingeniería Gráfica en la Escuela de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Sevilla. Lamenta que la dirección del PSOE andaluz, sin pensar en las consecuencias, haya negociado por su cuenta con los sindicatos "bajo el chantaje" del lunes del pescaíto, el martes de Feria y el Domingo de Ramos.

En opinión de Gutiérrez, por razones salariales, la huelga se habría levantado sola antes del miércoles festivo -por el que los conductores cobran un jugoso plus- y la reunión con el PSOE andaluz sólo ha servido a los sindicatos de Tussam como "excusa" perfecta para hacerlo. En declaraciones a este periódico, el vicepresidente sostuvo que "los propios empleados sabían que la noche del martes tenía que romperse la huelga porque si no trabajaban el miércoles festivo perdían 200 euros cada uno, aparte de su sueldo". Según la empresa, además de los 200 euros de sobresueldo por festivo y fiesta primaveral, los trabajadores se jugaban perder la prima de calidad si el miércoles cumplían el cuarto día de huelga entre Semana Santa y Feria.

Según el directivo, sólo así se entiende que los sindicatos hayan renunciado a los paros aceptando del PSOE un ofrecimiento idéntico al que la semana pasada rechazaron de la dirección de la empresa: empezar de cero la negociación del plan de viabilidad económica y renunciar a la externalización de líneas.

Gutiérrez, con larga experiencia política como concejal del Ayuntamiento y consejero de la Junta, lamentó que "la gran victoria" de los sindicatos en este conflicto haya sido dejar claro quién manda aquí. "Esta huelga tiene mucho de coste político. Con una pequeña movilización han sentado en una mesa a la segunda del partido socialista y mañana pueden sentar al mismo José Griñán si se lo proponen", dijo en relación a ésta y otras ferias.

La politización de este conflicto laboral la corroboró de alguna manera también el presidente de Tussam y concejal del PSOE, Francisco Fernández, cuando afirmó ayer a la prensa que en la reunión del martes por la noche con la número dos socialista, Susana Díaz, sólo se habló de desconvocar la huelga para no afectar más a los ciudadanos y de poner a cero la mesa de negociación. Fernández reiteró que no se prometió nada a los sindicatos (ni privatización de líneas, ni subida salarial ni hacer fijos a los 140 eventuales), que el cambio de postura de éstos ha sido "por responsabilidad" y que el Ayuntamiento no ha cambiado de posición en el conflicto laboral de Tussam. Algo que hace incomprensible el cambio de actitud de los propios sindicatos.

El portavoz municipal de Izquierda Unida en el Consistorio, el socio de gobierno del PSOE, se apresuró ayer a celebrar ante la prensa que Tussam mantenga su carácter público, lo que da a entender que en la reunión con el PSOE se hizo más hincapié de lo que se dijo en la renuncia de la empresa a la privatización de líneas. Aunque para otros es una muestra clara de la desinformación de los socios de gobierno.

El vicepresidente de Tussam admitió ayer que las diferencias de criterio dentro del partido sobre "cómo hay que actuar en política" han tenido que ver en este problema laboral. Gutiérrez consideró "negativo" la forma de actuar de PSOE e IU en el Ayuntamiento de Sevilla en la que "impera mucho tomar decisiones con la inmediatez del conflicto" sin pensar en las consecuencias. "Arreglar el conflicto como sea y mañana ya veremos, eso es crear un problema nuevo", se lamentó. Sobre este punto, abundó minutos antes al afirmar: "Mi partido ha cometido un error tremendo".

En las conversaciones con los sindicatos de Tussam que desembocaron en las convocatorias de huelga de Domingo de Ramos y toda la semana de Feria, las tres personas de la dirección que han negociado el polémico plan de viabilidad económica para salvar la empresa han sido el presidente, Francisco Fernández (PSOE); el vicepresidente, Guillermo Gutiérrez (PSOE); y el gerente, Carlos Arizaga. Hasta ahora sólo el segundo, que se confiesa como autor del polémico plan, ha optado por dimitir, obligado por el nuevo escenario. Este periódico intentó ayer sin éxito contactar con Arizaga para conocer su postura.

Francisco Fernández, el concejal y presidente de Tussam, se refirió a la dimisión de Gutiérrez como "una decisión personal" y agregó que en las negociaciones previas a la huelga con los sindicatos el hasta ayer vicepresidente había "seguido instrucciones del Ayuntamiento".

Guillermo Gutiérrez sorprendió ayer a buena parte del Pleno municipal asistiendo al mediodía a la recepción prevista en la caseta municipal de la Feria por parte de la Delegación de Movilidad, encabezada por Francisco Fernández. Gutiérrez recibió numerosas muestras de apoyo.

La oposición, por su parte, lamentó ayer que Susana Díaz haya convertido en un "manifestódromo" la sede del PSOE.