La crisis también tiene consecuencias en la escolarización. El aumento del paro en Sevilla ha provocado una bajada en el número de solicitudes presentadas el pasado mes para lograr una plaza pública o conveniada de guardería. La demanda se ha reducido respecto a la registrada el año pasado para el presente curso, un descenso que ha logrado que haya plazas vacantes, incluso, en escuelas infantiles del centro, algo impensable años atrás. Pese a esta merma, la oferta pública sigue siendo insuficiente para dar respuesta a las peticiones que han realizado las familias sevillanas, muchas de las cuales tendrán que recurrir a los centros de educación infantil (privados) si quieren que sus hijos se escolaricen en el primer ciclo de esta etapa voluntaria.

La publicación de las listas baremadas con las solicitudes presentadas en las guarderías que ofertan plazas sostenidas con fondos públicos ha evidenciado los efectos de la actual coyuntura económica. Desde el pasado viernes se constata una bajada en la demanda de escolarización que en algunas escuelas supera el 25%. Los directores de las guarderías conocen la causa de dicho descenso: el aumento del paro ha provocado que muchas familias no puedan costear esta etapa voluntaria que no es gratuita, algo que no ocurre con los diferentes ciclos educativos a partir de los 3 años, más aún cuando la baremación establecida por la Junta para obtener una vacante da prioridad a los padres que se encuentran trabajando.

Esta situación, además, ha dejado en evidencia uno de los aspectos del sistema de escolarización más criticados por los padres al tener en cuenta la Administración educativa en la evaluación de las solicitudes la renta familiar del año anterior, por lo que resulta imposible para muchas familias acogerse a las bonificaciones que aplica la Junta al haber perdido el empleo en los últimos 12 meses y no poder obtener la gratuidad de la matrícula para el próximo curso.

Las escuelas infantiles consultadas por Diario de Sevilla afirmaban esta tendencia con cierto grado de preocupación, ya que muchas al ser conveniadas dependen de los ingresos por matriculación para rentabilizar sus negocios. La directora de la guardería Dino, Rocío Burgos, señala que este año "por primera vez" sobran 10 plazas para la etapa de uno a dos años, algo que no ocurría en esta escuela situada en pleno casco histórico de la ciudad desde hace bastante tiempo. "Vamos a solicitar a la Delegación de Educación que dichas vacantes se puedan ampliar para los bebés, porque es previsible que el número de plazas libres aumente en junio con las matriculaciones, cuando muchos padres sepan que no pueden acceder a las bonificaciones, ya que aún se tiene en cuenta la renta anual del año pasado y hay muchos que están en paro", añade Burgos.

En la guardería Chiqui Tin, en Triana, también se ha constatado la bajada. En este centro quedan plazas libres para el primer curso, en el que ingresan los bebés, aunque hay 40 solicitudes en lista de espera para los dos últimos, un excedente que se ha reducido respecto a otros años. La dirección del centro justifica la disminución por la crisis: "los padres con trabajo tienen más puntos que los que están en paro, por lo que muchos vecinos ni siquiera han solicitado plaza porque eran conscientes de las dificultades que tenían de lograrla". En este sentido, algunas escuelas infantiles insisten en que las familias que han solicitado la escolarización de sus hijos son las que están trabajando y necesitan alguien con quien dejarlos durante el horario laboral, aunque también advierten del "círculo vicioso" que esto supone, ya que los padres en paro y sin guarderías para sus hijos el próximo curso también se pueden encontrar con un grave problema para lograr un empleo si no tienen quien los cuide.

Algunas de las escuelas consultadas por este periódico ya han calculado en qué porcentaje se ha reducido la demanda. Es el caso de la guarderías Snoopy, que tienen tres centros en la capital hispalense, en los cuales el número de solicitudes ha disminuido un 25% respecto a 2009. Pese a lo alarmente de esta cifra, los responsables de algunas guarderías aseguran que la situación en la provincia es más grave, con escuelas que tienen más del 50% de sus plazas sin cubrir. La Delegación Provincial de Educación y las patronales que operan en el sector están a la espera de tener datos oficiales para confirmar esta tendencia.