La familia Bermúdez lleva casi 20 años trabajando como torrefactores del café, buscando el máximo sabor de la semilla. A finales de 1991, Andrés Bermúdez Bueno, patriarca de la familia, fundó la empresa AB Café en una nave de Alcalá de Guadaíra tras el cierre de la empresa Trueba y Pardo, donde trabajaba. "Levantamos el negocio con nuestras propias manos", explica Andrés Bermúdez Borrego, hijo del fundador y director comercial de AB Café. "Pusimos los ladrillos, el suelo, arreglamos las maquinarias que nos cedieron Trueba y Pardo..." Desde su fundación, AB Café se dedica a la compra de café verde, lo tuestan y lo venden a establecimientos hosteleros. "Sólo trabajamos con la hostelería". Cuando nació el negocio, Andrés estudiaba Ingeniería Técnico Industrial, pero un bache económico en 1994 obligó a su hermano y a él a dejar los estudios y a dedicarse por completo a la empresa familiar. "Cuando la situación mejoró volvimos a formarnos, pero en programas de gestión y marketing con el objetivo de aplicar nuestros conocimientos a la empresa". No es fácil competir con las multinacionales, de ahí que en 2007 crearan su propia escuela de formación para hosteleros, por la que han pasado unos 800 alumnos. "Ya no consideramos a los hosteleros un cliente, sino la última pieza del eslabón para que el café, el producto final, llegue con toda su esencia al verdadero cliente, el consumidor".