De nuevo, buenas noticias para Sevilla. El Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco reunido en Brasilia desde la semana pasada ha aprobado la propuesta de Declaración de Valor Universal Excepcional para la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla. Este nombramiento se une a la resolución aprobada el pasado jueves que daba un aprobado -eso sí, condicionado a un nuevo informe- al rascacielos proyectado por Cajasol en la Cartuja y, por tanto, eliminaba cualquier riesgo de incluir al conjunto histórico de la capital andaluza en la lista negra de los bienes en peligro.

La Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias seguirán siendo patrimonio de la Unesco y, además, bienes de Valor Universal Excepcional, al reconocerse la vinculación de estos monumentos con el Descubrimiento de América.

La reunión de Brasilia ha sido calificada como muy satisfactoria por parte del Ayuntamiento. Tan sólo el comité de patrimonio mundial ha instado a la conservación de las zonas colindantes con el conjunto histórico para vigilar el desarrollo urbano en los límites de esta zona en relación al impacto que pudieran tener sobre los bienes declarados. El riesgo de que la Torre Cajasol afecte se quedaría en la denominada zona de amortiguamiento de los bienes y, en este sentido, el nuevo informe que se reclama a España insiste en que se den los pasos necesarios para evitar cualquier impacto adverso sobre este Valor Universal Excepcional que ahora se reconoce. De no haberse reconocido este valor, quizás no habría ya argumento para seguir dudando del posible impacto negativo de la Torre Cajasol.

No obstante, el comité no ha solicitado la paralización de las obras y los promotores se dan por satisfechos. Desde los sectores interesados en el proyecto de la Torre Cajasol, se considera que, al ser el concepto de Valor Universal Excepcional muy ambiguo, este primer examen se ha aprobado con nota. Además, los defensores del proyecto diseñado por César Pelli consideran favorable el plazo dado por la Unesco, pues el informe no tendrá que presentarse hasta junio de 2011 para su evaluación en la 35 edición de la reunión del comité de la Unesco.

A pesar de la satisfacción, la insistencia de la Unesco en mantener abierto el expediente sigue siendo un elemento de preocupación para los promotores del proyecto y para el propio Ayuntamiento, que teme las consecuencias negativas del proyecto a nivel patrimonial y también político, pues si la Unesco tumbara la torre, ello podría ser visto como un fracaso. Pero este extremo, de llegar a producirse, llegaría después de las elecciones municipales.

De momento, el Ayuntamiento sólo tiene argumentos positivos tras la reunión de Brasilia. La Unesco, además, ha aceptado estudiar una propuesta para ampliar la declaración de bienes Patrimonio de la Humanidad a otros grandes monumentos de la ciudad, como es el caso de la Torre del Oro, las Reales Atarazanas y la antigua Fábrica de Tabacos, actual sede del Rectorado.