Los responsables de la mayoría de las discotecas situadas en la isla de la Cartuja como Emporio, Ritual y Obbio, lamentan los efectos que la botellona causa en sus negocios. "El pasado sábado fue el último que abrimos", afirma Miguel Muñoz, el dueño de la discoteca Obbio, un local que lleva abierto diez años en el centro de Sevilla.

Su propietario decidió abrir este verano una discoteca de verano con el mismo nombre junto a la Facultad de Ingenieros. Sin embargo, y por culpa de la crisis y del efecto botellona, se ha visto obligado a cerrar. "Comprendo que los jóvenes hagan botellona, pero es una actividad que deberían regular, porque aunque hemos puesto las copas más baratas que la competencia, la gente no consume porque ya viene con todas las copas tomadas", afirma Miguel.

"La botellona que tenemos alrededor de la discoteca nos da muy mala imagen, además algunas veces se llegan a producir algunas peleas", sostiene Basilio Sánchez, uno de los dueños de la discoteca Emporio, quien afirma que la Policía no actúa "casi nunca" contra esta práctica.

Muchos jóvenes reconocen que beben en la calle porque les cuesta mas cara una copa en una discoteca que una botella de alcohol, debido a que la mayoría de locales cobran entre 6 y 8 euros la copa, mientras que algunas marcas de ron o vodka venden sus bebidas por precios que rondan los 5 euros. Basilio dice que no pueden bajar el precio de las copas. "Los jóvenes entran en la discoteca muy tarde porque vienen de beber, con lo cual las horas en las que hacemos caja son mínimas".

Desde la discoteca Ritual, situada junto al Puente de la Barqueta, aseguran que la Policía no multa a los jóvenes por hacer botellona. "Lo único que hacen es multar a los coches en doble fila pero a los jóvenes nos les dicen absolutamente nada", explica Iván, relaciones públicas del local, quien además añade que la crisis ha provocado que cada vez más gente consuma alcohol en la calle.

La única discoteca que tiene una postura totalmente contraria a la de la competencia es Antique. Manuel León, relaciones públicas del local, reconoce que a Antique le interesa que exista la botellona en la Cartuja. "Mientras más personas beban alrededor de nuestro local, más entrarán luego a consumir", afirma León.