La empresa municipal de limpieza, Lipasam, confirmó ayer el aumento de grafitis y pintadas en las calles de la ciudad, una situación denunciada por vecinos y por el partido de la oposición, que ayer reclamó medidas más contundentes ante este fenómeno. Según los datos municipales, en lo que va de año se ha actuado ya en más fachadas que durante todo el año pasado.

En concreto, durante 2009 se limpiaron 8.395 fachadas, mientras que de enero a julio de 2010 se actuó en 9.116. Las zonas más castigadas por las pintadas o grafitis son aquellas en las que se encuentran más soportes donde pintar, como es la Ronda del Tamarguillo, en el tramo que va desde la avenida Kansas City a la avenida Ramón y Cajal, la Alameda de Hércules, el Paseo Juan Carlos I, en la zona trasera de la estación de autobuses de Plaza de Armas, y en el puente del Cristo de la Expiración.

El PP advirtió esta semana que el incremento de pintadas y grafitis de debe a la ausencia de policías locales durante las noches y aseguró que se están recibiendo numerosas llamadas de vecinos que aseguran que están desesperados porque llevan mucho tiempo con pintadas en sus fachadas que son limpiadas pero que al día siguiente vuelven a aparecer. Según el PP, el casco antiguo es una zona en la que se concentran gran parte de los grafitis.

Sin embargo, Lipasam asegura que su servicio de limpieza de fachadas cubre la totalidad de las calles de Sevilla. La empresa ha dividido la ciudad en cuatro zonas para realizar estas actuaciones. La zona norte comprende los barrios del distrito Macarena, la Ronda Histórica y algunos barrios del casco antiguo colindantes. La zona sur es la que ocupan los barrios desde la avenida Eduardo Dato hacia el sur, incluyendo Bellavista. En el este se encuentran los barrios situados entre las avenidas Kansas City y Eduardo Dato y algunos sectores del casco antiguo cercanos a esta zona, mientras que la zona oeste comprende los barrios de Triana y Los Remedios y el área de Torneo y el Paseo de Juan Carlos I. A su vez, cada una de estas zonas se ha dividido en un total de 75 sectores, los cuales son objeto de una atención periódica, según afirma Lipasam.

La empresa de limpieza ha realizado hasta julio 1.195 servicios para limpiar 9.116 fachadas y borrar 7.260 pintadas. En total, los operarios han limpiado ya 118.508 metros cuadrados en la vía pública y en cada fachada han invertido unos 55 minutos de media, por lo que el total de tiempo empleado por el personal destinado a estas tareas asciende en los primeros siete meses del año a más de 8.300 horas.

Para la realización de los grafitis se utiliza habitualmente pintura de distintos tipos de spray o rotuladores indelebles. La técnica a emplear para la eliminación o retirada de las pintadas, depende de las características del paramento a tratar. En paramentos lisos no porosos se aplica en primer lugar un producto decapante, tras lo cual se procede a una limpieza con agua a presión de la zona de la pintada, hasta su eliminación. En paramentos porosos es prácticamente imposible eliminar la pintada por lo que una vez aplicado el decapante, con lo que únicamente se consigue difuminar la pintada, se aplica una capa de pintura de un color similar al del paramento tratado.

Esta actividad de limpieza la realizan actualmente ocho equipos compuestos, cada uno de ellos, por un oficial y un vehículo de limpieza de fachadas, dotado con un equipo de limpieza a alta presión.

Las multas por realizar grafitis van desde los 90 euros en las infracciones leves hasta los 30.000 euros en las infracciones muy graves, aunque en la mayoría de los casos, las personas que realizan las pintadas no tienen capacidad para pagar las multas.