Sevilla

Amar versus maltratar

  • El psicólogo madrileño Fernando Gálligo presentó ayer en Sevilla su libro 'SOS... Mi chico me pega pero yo le quiero'

El departamento de psicología del Instituto Andaluz de la Mujer, en Málaga, ha observado en los últimos seis años un aumento de visitas de chicas entre 18 y 26 años víctimas de humillaciones verbales y maltratos psíquicos y físicos por parte de su pareja. Este hecho y el vacío editorial sobre violencia de género centrado en este sector de la población hicieron que el psicólogo Fernando Gálligo, que trabaja desde hace 10 años en el Instituto Andaluz de la Mujer, se decidiera a escribir SOS... Mi chico me pega pero yo le quiero. Cómo ayudar a una chica joven que sufre malos tratos en su pareja (Ediciones Pirámides), libro que presentó ayer en Sevilla en el Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental.

Con un lenguaje sencillo y con ejemplos prácticos, el texto expone mitos e ideas erróneas sobre las relaciones de parejas y ayuda a identificar las señales de alarma cuando empieza una relación de maltrato. "En la última década se ha mejorado mucho a nivel legislativo, recursos y formación de profesionales (sanitarios, jueces, abogados), la atención es más especializada; sin embargo, falla la educación intrafamiliar, la labor en las escuelas debe ser más continua y no se trata la independencia emocional", explica el madrileño Fernando Gálligo. "Algunos padres han pasado de una educación autoritaria al libertinaje, están ajenos de la vida de sus hijos, además, muchas series de televisión, videojuegos y revistas juveniles otorgan un culto excesivo a la imagen, hay comportamientos machistas y resuelven los problemas de forma violenta".

Para Fernando, los jóvenes idealizan el amor, creen en el mito del amor romántico o en frases como "soy muy celoso porque la quiero", "si me quiere me tiene que decir todo lo que hace", "si me quisieras no te vestirías así" o "deja de ir a ese sitio si me amas".

"Se cree erróneamente que la violencia de género no se da en la juventud actual, que es sólo de la gente mayor; sin embargo, cada vez más chicas de 18 a 26 años vienen a mi consulta", dice el psicólogo. "En la mayoría de los casos el maltrato es verbal y psicológico; las jóvenes no saben reconocer el problema, lo ven algo normal ya que a sus amigas les ocurre lo mismo".

Cuando no existe una comunicación fluida con los padres y éstos sospechan, la angustia les hace presionar a sus hijas y distanciarse más de ellas. En estos casos "es bueno recurrir a amigos de la joven de confianza y acceder a través de ese camino o aprovechar los momentos de desahogo de sus hijas, aquellos días en los que se muestran más abiertas, pero siempre sin ansiedad, con calma, paciencia y nunca ejercer la hipervigilancia".

Fernando Gálligo habla también en su libro de las señales de alarma que resume en tres partes. "Primero el chico se comporta de forma sutil, mira el móvil de su pareja, entra en sus redes sociales, ejerce cierto control con preguntas como ¿quién es él?, quiere controlar su imagen y la menosprecia verbalmente. Casi a la vez, la aísla de su entorno de amigos y familiares hablando mal de ellos, hasta llegar al punto donde destaca la sumisión, el dominio y la obligación de mantener relaciones sexuales. Muchas jóvenes no saben qué les ocurre y si aquello es normal o no".

Mi chico me pega pero yo le quiero está destinado a jóvenes a partir de 14 años, a sus padres, amigos y profesionales. Incluye casos reales, además de publicaciones, asociaciones y webs de referencia.

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