"Mi hija mayor tenía que dormir antes conmigo porque se caía el techo de su habitación. Ahora ya duerme en su cuarto, pero cuando sale tengo que esperar a que llegue para que me llame y bajar por ella, porque no es la primera vez que se meten en nuestro portal para pincharse de todo. Esto es un sinvivir". Con estas palabras resumió ayer Pilar Mayolín la situación que sufren doce familias de un edificio de la calle Gonzalo Díaz, en el barrio del Porvenir.

Estas viviendas de titularidad municipal se encuentran en un estado de conservación muy deficiente, ante lo cual el Ayuntamiento de Sevilla "no hace nada", según afirmaron algunos de los inquilinos de los pisos.

"Esta noche una rata ha dormido conmigo. Entran por todas partes", aseveró una de las vecinas indignadas. Los problemas que viene arrastrando el inmueble desde hace tiempo son numerosos. Por la cornisa se filtran humedades al portal, cuya puerta no cierra. Por los bajantes de las casas sale agua y llega al interior de los pisos. Los cables de electricidad de la comunidad están sueltos, sin protección alguna, y las tejas de la azotea no están sujetas.

El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, visitó ayer a estos vecinos para mostrarle su apoyo. El edil explicó que desde hace tres años le viene ofreciendo al Consistorio hispalense varias soluciones a la situación del edificio: "Queríamos que se rehabilitaran las viviendas, pero votaron que no".

Aun así, Zoido aseguró que volverá a insistir porque "estas personas, que son arrendatarias, tienen derecho a que el propietario del piso, en este caso el Ayuntamiento, les mantenga y les conserve el edificio. Viven en condiciones infrahumanas".

El portavoz afirmó sentir vergüenza por tener que denunciar una situación así. "En el barrio de Regiones Devastadas había más vecinos, es decir, más votos. Aquí sólo hay 12 familias, por eso no actúa el gobierno municipal".

"He tenido que pedir un crédito personal con un interés muy alto porque, como el piso no es mío, no podía pedir uno hipotecario. Así he podido ir arreglando una casa que realmente no sé hasta cuándo me va a durar", explicó con impotencia Pilar, quien añadió que los vecinos han enviado escritos al gobierno local "como para empapelar este edificio".