Arte para todos. Éste es el lema y, sobre todo, el espíritu de una iniciativa patrocinada por el Instituto de la Cultura y las Artes del Ayuntamiento de Sevilla y la empresa municipal de limpieza (Lipasam), que se desarrollará del 27 de septiembre hasta el 11 de octubre en el Polígono San Pablo. El proyecto, con el que los vecinos del barrio aseguran estar encantados, consiste en la exposición de una serie de murales y esculturas que se han ido elaborando estos últimos días por artistas de renombre internacional y que tienen como motivo principal los Objetivos del Milenio.

"Les vamos a dejar toda esta belleza para que la disfruten durante muchos años", asegura la caribeña Nena Sánchez. Ella es una de los cerca de 40 artistas que participan en la muestra, sin percibir retribución económica alguna, y que provienen de 20 países diferentes. Lleva seis días pintando su mural, en el que aparecen tres mujeres de piel azul con tres libros y la bola del mundo sobre sus cabezas. "Las pinto azules porque yo no pinto la raza, sino a personas. Mi pintura significa que con la educación podremos conquistar el mundo", explica la artista, quien se alegra por poder "traer el arte y el positivismo al pueblo" porque reconoce que la gente con menor poder adquisitivo y los jóvenes no suelen visitar las galerías de arte ni los museos.

Sánchez afirma que lleva seis días en el Polígono San Pablo y que la reacción de los vecinos ante esta iniciativa no ha podido ser más positiva. Muchos niños se le acercan para ayudarle a pintar, incluso algunas personas le llevan el desayuno cada día. "Esto es lo más bonito que han podido hacer en el barrio, me entra mucha alegría cada vez que paso por aquí y veo las pinturas en los muros de nuestras viviendas", comenta Felicia Durán, una vecina que lleva 50 años viviendo en San Pablo.

Arte para todos es un proyecto internacional que cuenta con la participación de la Organización de las Naciones Unidas dentro de los Objetivos del Milenio y que pretende intervenir con murales de gran formato y esculturas, siempre en paredes deterioradas, con el objeto de mejorar y enriquecer con arte la imagen urbana de la ciudad.

"Este proyecto generará empleo y dinero en la zona porque hasta aquí se acercarán en tres años más de un millón de turistas que dejarán dinero en Sevilla", asevera Peter Claesson, uno de los gestores internacionales de la iniciativa, que recuerda que una muestra de características parecidas ya se hizo en otros países como Honduras o Egipto y tuvieron una acogida "magnífica".

Otro de los participantes en la exposición es el neoyorquino Josh Sarantitis, que está considerado como uno de los mejores muralistas del mundo. Su obra está en la esquina de las avenidas del Greco y Soleá. "Estoy conociendo a artistas españoles que participan en este evento que me resultan muy interesantes", afirma Josh. Su mural y todos los demás tienen estilos muy diferentes, pero todos hablan de lo mismo. De valores como la educación, la igualdad, el respeto o el cuidado al medio ambiente. Además, entre ellos hay personas que ya han colaborado en proyectos para Unicef o la Unesco, como el chileno Sergio Vergara.

"Todo esto traerá un viento fresco al barrio. La gente que no tenía acceso al arte ahora podrá caminar entre cuadros gigantes", afirma Claesson, quien asegura que algunas de las pinturas valen cerca de 700.000 euros. "Los precios de los pisos donde estén los murales van a subir para la gente que entienda de arte", confía el gestor.