El presidente del Puerto de Sevilla, Manuel Fernández, se mostró ayer convencido de que el Ministerio de Medio Ambiente autorizará el dragado de profundización del río que necesita la esclusa como complemento indispensable para la entrada de buques de mayor calado y adelantó que tiene una reunión con la secretaria de Estado, Teresa Ribera, dentro de dos semanas. "Creo que sí y espero que sí" fueron sus palabras antes de asegurar que "lo lógico es que cuando el camino se hace bien, el resultado final sea  bueno", declaró a preguntas de los periodistas durante una visita del candidato del PSOE a la Alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, a la nueva esclusa.

Fernández rechazó que haya un trasfondo político en la autorización ministerial del dragado ("quien lo interprete así está viendo fantasmas", dijo) a pesar de que un Gobierno del PP dio el permiso ambiental en 2003 y luego el PSOE (con la ministra Cristina Narbona) lo suspendió cautelarmente hasta que se encargaran más estudios científicos (los que ahora se conocen).

El presidente del Puerto negó improvisaciones con la esclusa y el dragado de profundización porque contaban con la autorización ambiental y el dinero de Europa. "No se puede uno lanzar a un proyecto de esta envergadura sin tener dos requisitos: la Declaración de Impacto Ambiental aprobada y el dinero. Sin esos dos requisitos no hubiéramos dado un paso. Tenemos presupuesto y la voluntad de hacer por supuesto bien las cosas", afirmó. Tambien aclaró que el Puerto recurrió a fondos europeos porque no tenía recursos suficientes para ambas obras. 

La Autoridad Portuaria dice que ha cumplido sus deberes en protección de márgenes en varios tramos del río (se han hecho obras experimentales para elegir el mejor sistema de protección ante el dragado).

El presidente calificó el informe científico del CSIC sobre el estuario como "un trabajo muy serio y muy bien hecho sobre los pros y contras de los sectores que afectan al río, donde la navegación es la que menos incidencia tiene y su efecto sobre la la salinidad y turbidez es inapreciable", pero aclaró que otra cosa es el dictamen emitido por la comisión científica Doñana 2005, que ha contado con el voto particular negativo de Puerto de Sevilla.

El candidato del PSOE, Juan Espadas, opinó ayer sobre el dragado, que conoce bien: la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de 2003 se concedió cuando ocupaba los cargos de viceconsejero y director general de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, y trabajó con el Ministerio en los requisitos que se exigieron al proyecto. Espadas también cree que el Ministerio autorizará el dragado "porque los informes dicen que, si se quiere dragar, hay que llevar a cabo una serie de medidas complementarias para asegurar que no haya afección a Doñana ni al conjunto de los ecosistemas. Y ésa es la estrategia que seguirá el Puerto: trabajar a la luz de ese informe e incorporar las propuestas que ahí se hacen". El candidato admitió que el proyeto es "complejo y difícil" por el entorno que tiene, pero recalcó que "no se ha improvisado en absoluto"