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Sevilla

Los hosteleros temen pérdidas de un 10% por la prohibición de fumar

  • Los empresarios rechazan el rol policiaco que les otorga la nueva norma, que prohíbe fumar en todos los lugares públicos · Los estanqueros denuncian el contrabando de tabaco y un 22% menos de ventas

Año nuevo, ley nueva. Cuando se cumplen cinco años de la entrada en vigor de la ley antitabaco que prohibió fumar en el trabajo, la normativa se endurece e introduce algunos cambios: ya no se podrá fumar en bares, restaurantes, discotecas, casinos y bingos. También se prohíbe en todo el recinto de los hospitales, incluidos en accesos y zonas de tránsito, y en las áreas de ocio infantil así como en los centros educativos. Como novedad, se autoriza la venta de tabaco a través de máquinas automáticas en todas las gasolineras y bares. Los médicos aplauden la reforma. Los hosteleros y estanqueros, la critican.

Los empresarios de hostelería esgrimen que en los tiempos de crisis que corren la ley no es muy oportuna, explica Pedro Sánchez-Cuerda, presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla (AEHS). Actualmente, el sector tiene entre un 15% y un 20% menos de ingresos en comparación con años anteriores. Esta cifra puede aumentar con la entrada en vigor de la nueva norma, ya que estiman pérdidas adicionales de un 10% del volumen de facturación además de reducción de personal. Los empresarios confían en que estos malos presagios no se hagan realidad. "Ojalá nos equivoquemos en nuestra previsiones", dice el gerente de la AEHS, José Luis Camarero. Por su parte, la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR) ha anunciado que hará un seguimiento en los próximos meses de cuál es el impacto de la nueva norma para denunciar los efectos que tenga en el sector y "reclamar la responsabilidad política a quienes les despreciaron como sector o les mintieron".

"Ahora no es la mejor época, ni es el momento más propicio", comenta el presidente de la Asociación de terrazas, bares de copas y discotecas de Sevilla (Tebadis), Alfonso Maceda.

Pedro Sánchez-Cuerda arremete contra la ley y afirma que los empresarios se sienten "preocupados". "Estamos en una auténtica incertidumbre, no sabemos qué va a pasar con el público", confirma el presidente de los hosteleros sevillanos, que recuerda que hace unos años fueron muchos los establecimientos que realizaron obras para instalar zonas para fumadores e hicieron una inversión importante. "¿Qué pasa ahora con ese dinero invertido o con esas zonas para fumadores?", se pregunta Sánchez-Cuerda. "Unas obras que no hace ni cuatro años que se hicieron. Una reforma que ahora no sirve para nada y un dinero perdido", señala el gerente de la AEHS.

Caótico, ya que sólo hace cinco años que la anterior norma entró en vigor, y un ejemplo de inseguridad jurídica. Así califican los empresarios del sector la situación.

La AEHS y Tebadis reclaman más medidas de prevención y critican que se haya adjudicado a los hosteleros la función de velar por el cumplimiento de la ley, que contempla multas tanto para el fumador como para el propietario del establecimiento. "Nos han dado la labor de policías y no somos agentes. Nosotros tenemos que poner cara amable al cliente y atenderlo como merece", indica Sánchez-Cuerda. "No podemos perseguir a todos los clientes y mucho menos cuando el local esté lleno. Colocaremos los carteles, lo indicaremos, a aquel que fume le advertiremos, pero habrá momentos en los que no podamos avisar a todo aquel que esté fumando porque nosotros tenemos nuestro trabajo, que no es el de policía. Además, y si le decimos a alguien que está prohibido fumar y sigue fumando, ¿qué hacemos en estos casos?. ¿Llamamos a la Policía Local?", se cuestiona Camarero. Maceda también rechaza ese rol policiaco. "Hasta que no se asiente el hábito de que no se puede fumar en nuestros establecimientos actuaremos más como policías, pero nosotros no podemos ir avisando uno por uno a los clientes", indica Maceda, que apuntaba la contradicción de que "desde hoy no se pueda fumar dentro de los bares, ni se podrá beber fuera -por la ley antibotellón-".

Otra de las contradicciones que los hosteleros ven es que si se prohíbe dejar de fumar en todos los bares y restaurantes, ¿por qué no se prohíbe definitivamente su venta?, se preguntan.

Los estanqueros también temen un descenso en las ventas. El presidente de la Asociación de Estanqueros de Sevilla, Fernando Romero, asegura que el efecto de las últimas subidas de precio han provocado ya un descenso en Sevilla de la comercialización de un 22%. Romero denuncia que "esta norma fomenta más el contrabando y las falsificaciones de cigarros que el abandono del tabaco". Romero advierte que estas medidas son una "auténtica ruina" para los estanqueros. "Es una ley muy radical. De hecho, hay países que la tienen implantada que ahora están dando marcha atrás, cuando han visto los efectos negativos para algunos sectores", indica Romero.

No todas las voces van en contra de la ley. Los médicos aplauden esta norma e incluso piden que se suba más el precio de las cajetillas de tabaco. Así, el presidente de Neumosur, Francisco Casas, hace una llamada a las administraciones para que establezcan un seguimiento estricto de su aplicación mediante inspecciones intensivas. "Neumosur considera que es necesaria la implicación de todos para su cumplimiento y que si pretendemos lograr una reducción de la prevalencia de tabaquismo en los próximos años, esta ley deberá cumplimentarse con medidas educativas, dirigidas a nuestros adolescentes, y con un mayor incremento en el precio del tabaco", afirma Casas.

Hay expertos que dicen que la actual ley no ha servido para que los fumadores dejen el tabaco. Ahora confían en que esta reforma tenga más efecto.

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