Nueva regulación La mayoría de los establecimientos agradecen que se haya prohibido fumar

Normalidad sin malos humos

  • Los bares y restaurantes de Sevilla aseguran que la tranquilidad está siendo la tónica general en los primeros días de la Ley antitabaco · Algunos creen que esta norma beneficia a los locales con veladores

Normalidad y resignación. Se trata del sentir general en algunos bares y restaurantes de Sevilla con respecto a la nueva ley antitabaco que entró en vigor el 2 de enero. Al contrario de lo que se podía esperar debido a la polémica generada por esta normativa, la tranquilidad ha sido la nota reinante en la mayoría de los establecimientos con los que ha podido hablar este periódico el primer día laborable del año.

"Esta mañana tuve que llamar la atención de tres clientes que se encendieron un cigarro dentro del bar, pero rápidamente lo apagaron". Éste ha sido, por el momento, el único problema que ha tenido Antonio Ruiz en el Bar Lago, un local en el que hasta el 1 de enero se podía fumar. "No creo que esta prohibición afecte a las ventas. La crisis es la que está provocando que la cosa esté más tranquila", señaló Antonio.

"Mi novia está muy contenta porque ahora llegaré a casa sin que me huela la ropa a tabaco", declaró Declan Kavanagh, empleado del bar irlandés Merchant. Este camarero asegura que los primeros días de la ley se están llevando con mucha calma. "La gente sale a la calle, fuma y vuelve a entrar". Además, Declan dice que ha notado cómo sus clientes se quedan más tiempo charlando en las mesas porque, según afirma, "están más a gusto en un ambiente sin humos". Lo mismo ocurre en el restaurante Forties, donde el camarero David Mesa explica que la gente sabe que si quiere fumar tiene que salirse a la calle "y no pasa nada". Al igual que él, en el bar Zafiro creen que los clientes están asimilando sin problemas la nueva prohibición. "No me ha hecho falta decirle a nadie que se salga a fumar. La gente lo hace por inercia", explica el empleado, José Antonio Busto.

Aunque en la cafetería Canalejas están recibiendo muchas quejas por parte de los fumadores, no han tenido ningún problema. Aún así, María de los Ángeles González, encargada del establecimiento, se muestra esperanzada en que el Gobierno elimine la ley. "Estoy segura de que vamos a perder clientes", declaró.

Mariano García, camarero de la cafetería Donald, opina todo lo contrario. Este trabajador cree que cuando pasen varios meses la gente terminará por acostumbrarse a la nueva norma. "Reconozco que me parece muy beneficiosa", comenta.

En locales como el bar Tino se muestran más cautos: "Es pronto para hacer balance, el tiempo dirá si esto nos perjudicará o no", señala Faustino Gómez, encargado de este establecimiento. A pesar de las bajas temperaturas típicas de esta época del año, María José Grillo, camarera del restaurante Las columnas de Baco, asegura que aunque "la gente se muere de frío, prefieren sentarse fuera para poder fumar". Según la trabajadora, la nueva Ley terminará por beneficiar a aquellos bares que tengan veladores.

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