La nuevas zonas comunes de la residencia universitaria Flora Tristán se inaugurarán la próxima primavera. Así lo aseguró ayer el director de este edificio, Juan Blanco, durante la visita que realizaron a las instalaciones el rector de la Universidad Pablo de Olavide, Juan Jiménez, y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín. Este nuevo espacio contará con zonas que estarán a disposición tanto de los residentes como de los vecinos.

En un acto al que también acudieron el primer teniente alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos, y la segunda teniente de alcalde y delegada de Fiestas Mayores y Turismo, Rosamar Prietro-Castro, el arquitecto del edificio, Chole Sainz-Pardo, explicó que su principal objetivo a la hora de transformar un lugar que antiguamente había albergado un parking era el de abrir la residencia al barrio. "Se ha creado un espacio exterior dentro del edificio a modo de continuación de la calle conformando una plaza", comentó.

Las nuevas dependencias, situadas en la planta baja del inmueble en una superficie de 91.464 metros cuadrados, albergarán una biblioteca, una sala de informática, una sala de usos múltiples y otras para reuniones y exposiciones, así como un salón de actos con capacidad para 50 personas. Además de estos espacios comunes para residentes y para la realización de actividades con los vecinos, la residencia universitaria dispondrá de una zona de uso privado para la administración y dirección del complejo.

"Este proyecto refuerza la filosofía de Flora Tristán de fortalecer la integración entre la comunidad universitaria y las personas que viven en el Polígono Sur", manifestó Sainz-Pardo. "La gente de otros barrios de Sevilla tendría que venir aquí más veces para ver que la convivencia es normal y que se puede andar por estas calles sin ningún tipo de problema", quiso resaltar el Comisionado del Polígono Sur, Jesús Maeztu, quien señaló que la residencia de la UPO se consolida como un puente entre el colectivo de estudiantes y el de vecinos, potenciando el conocimiento y el aprendizaje, así como la solidaridad con aquellas personas que por unos motivos u otros se encuentran en situación de desventaja social.

"Por fin podremos devolverle a la gente del barrio el apoyo que nos ha prestado durante tanto tiempo", declaró Blanco, quien informó que, de los 204 residentes universitarios de Flora Tristán, 60 son becarios que colaboran con los proyectos de la zona a través del tejido asociativo de la misma. El director de la residencia quiso mostrar su agradecimiento "a los que apostaron por algo tan complicado como hacer que parte de la universidad se viniera a vivir a las 3000 viviendas, algo impensable hace unos años".

La directora general de rehabilitación y arquitectura de EPSA, Ana Vinuesa, dijo que este proyecto servirá para que "los estudiantes que residen aquí sean una plataforma que cuente cómo en este barrio se vive de manera completamente normal".

Por su parte, Alfredo Sánchez Monteseirín alabó la arquitectura del proyecto "que elimina conflictos sociales en vez de crearlos" y solicitó que se ponga en valor este tipo de iniciativas "tan desconocidas todavía por gran parte de la población sevillana".

Las instalaciones han contado con un presupuesto de un millón de euros y han sido financiadas por la Empresa Pública de Suelo de Andalucía de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda y la Gerencia de Urbanismo del Consistorio hispalense.