Trabaja como técnico instalador de redes en el banco Commerzbank AG, el segundo más grande de Alemania. No ve ningún inconveniente al sistema laboral germánico y muchas ventajas. "Los salarios son más elevados de media que en España y los horarios, más flexibles", indica este técnico de redes que llegó a Alemania en 1987 con 17 años. "Además, las empresas, al menos las grandes como la mía, suelen proporcionar coche de empresa, seguro médico, pagar una formación continua a los trabajadores...". Bartolomé García, que ya ha formado familia en Alemania, cree que en ese país hay mayor respeto por la opinión de los trabajadores. "Aunque hay jerarquías, los jefes siempre piden opinión a sus subordinados antes de tomar ninguna decisión. Prácticamente, éstas se consensúan con el equipo. Además, hay mucha confianza en el trabajo que realiza el empleado, es decir, que los jefes delegan y dan mucha libertad". Actualmente, se encuentra a gusto en Alemania y no tiene ninguna intención de regresar a España, un país donde la cosa "no está para tirar cohetes". Bartolomé García le quita hierro al aprendizaje del idioma. Cuando él llegó a Fráncfort no sabía "en absoluto" alemán, pero aprendió a "marchas forzadas". Un técnico instalador de redes cobra en aquel país en torno a 2.000 euros netos mensuales.