Convertir la Fábrica de Artillería en un centro que albergue usos culturales y universitarios. Ésta es la nueva propuesta del candidato del PSOE a la Alcaldía, Juan Espadas, quien anunció ayer que propondrá al rector de la Universidad Pablo de Olavide, Juan Jiménez, que parte del emblemático edificio sea la sede de la UPO en el casco urbano de Sevilla, algo que el responsable de la universidad viene solicitando desde hace tiempo "para tener presencia física en el centro" y que tanto el alcaldable socialista como su principal rival en las elecciones municipales del 22 de mayo, el popular Juan Ignacio Zoido, le prometieron en su momento.

Acompañado por el profesor de la Universidad de Sevilla y especialista en Arquitectura y Arqueología Industrial, Julián Sobrino, el candidato del PSOE visitó la Fábrica de Artillería, un edificio del siglo XVIII que cuenta con 20.064 metros cuadrados. Tanto la Junta de Andalucía como el Estado, que anunciaron en su día que colaborarían con el proyecto de restauración del inmueble (probablemente trasladando los principales archivos históricos en su poder), no parecen ahora dispuestos a asumir su responsabilidad en una rehabilitación que los cálculos a la baja cifran en 70 millones de euros.

Sin embargo, Espadas se mostró ayer convencido de poder recuperar este espacio que, según comentó, se abriría por fases. "Lo principal es recuperar la memoria histórica de lo que esto fue y no convertirlo en un lugar lleno de oficinas", declaró. Su propuesta tendría como primer objetivo el considerar la Fábrica de Artillería como conjunto monumental y catalogarlo con arreglo a la ley de patrimonio histórico de Andalucía, una denominación de la que gozan lugares como Itálica, Medina Azahara y la Alhambra y que "permitiría establecer una alianza entre el Gobierno andaluz y el Ayuntamiento de Sevilla para el uso y gestión de este espacio". Según el socialista, esto permitiría reservar partidas presupuestarias para el futuro uso, con una participación tanto pública como privada.

El alcaldable indicó que buscará un modelo de gestión compartido entre ambas administraciones para elaborar un Plan Director que defina los usos concretos del inmueble. "Éste es un proyecto ambicioso porque quiero que la Fábrica sea un motor económico de la cultura en Sevilla y genere ingresos para la ciudad".

En este sentido, Espadas dijo que los usos centrales de la Fábrica de Artillería deberían estar ligados a la investigación, la creatividad cultural y la universidad. De esta forma, la primera fase de su propuesta comenzaría poniendo en valor espacios expositivos en algunas de las naves y abriendo la calle central del edificio para conectar la avenida Eduardo Dato con el barrio de San Bernardo. Además, se construiría una apertura que comunicase una de las salas del inmueble con los jardines de la Buhaira para desarrollar en ella actividades ligadas al barrio y al propio parque. Otros espacios se destinarían a rodajes de películas, exposiciones, teatro o pasarelas de moda.

En cuanto a los usos de este espacio ligados a la universidad, el alcaldable declaró que "este lugar debería ser un lugar de referencia para las dos universidades de Sevilla". Además de ubicar la sede de la UPO en un lugar cercano al casco histórico -en un principio el Consistorio prometió que se instalaría en el Colegio España- su intención es generar una serie de talleres permanentes de trabajo con facultades como la de Arquitectura o Bellas Artes.

"Esto es una gran oportunidad para la ciudad en la que hay que creer porque, al fin y al cabo, aquí invertiríamos en la historia de Sevilla y en cultura", sostuvo el socialista para el que la Fábrica de Artillería es "uno de los patrimonios más importantes que tenemos en la ciudad y con una capacidad de proyección para el turismo y de puesta en valor de su historia muy especial". Espadas quiso insistir en que pretende transformar "esta joya del patrimonio industrial de la ciudad" en un "gran equipamiento cultural".