La gravedad de las lesiones que sufrió el diestro José Ortega Cano en el accidente del pasado sábado impidió que los agentes de la Guardia Civil le practicaran las pruebas de alcoholemia habituales cuando se produce un siniestro y que tampoco se le realizó por los mismos motivos en el centro sanitario al que fue trasladado.

Fuentes de la investigación explicaron ayer que, una vez que se produjo el accidente, la "prioridad era salvarle la vida" al torero, por lo que los agentes de la Guardia Civil no le practicaron ninguna prueba. El artículo 22 del Reglamento de circulación señala a este respecto que cuando las personas obligadas a hacerse esta prueba "sufrieran lesiones, dolencias o enfermedades cuya gravedad impida la práctica de las pruebas, el personal facultativo del centro médico al que fuesen evacuadas decidirá las que se hayan de realizar". Ortega Cano fue trasladado al hospital Virgen Macarena, donde tampoco fue sometido a las pruebas debido a la gravedad de su estado, lo que motivó que recibiera varias transfusiones después de las cuales ya no tendría sentido practicar dichos análisis.

Las mismas fuentes explicaron que tanto los agentes de Tráfico que se trasladaron al lugar del accidente, la carretera A-8002, como los sanitarios que asistieron in situ al matador y los médicos que después le atendieron en el hospital no apreciaron síntomas de que hubiese tomado alcohol.

La Guardia Civil continúa investigando las posibles causas del accidente, entre las que se baraja una posible velocidad inadecuada del Mercedes R-320 que conducía el matador en las circunstancias de esta carretera: de noche, en una calzada estrecha y a pocos metros de una curva. En principio, lo que sí se descarta es que el todoterreno del matador circulara a una velocidad superior a los 90 kilómetros por hora, como apuntaron a lo largo de ayer algunas informaciones. La Guardia Civil está examinando las pruebas fotográficas y las derivadas de la inspección ocular que se realizó en el mismo lugar del siniestro, en el kilómetro 28,150 de la A-8002, a la altura de la urbanización La Colina de Castilblanco de los Arroyos.

Mientras los investigadores analizan las pruebas recopiladas, el diestro José Ortega Cano continúa ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen Macarena, donde permanece "hemodinámicamente estable" dentro de la gravedad y conectado a ventilación mecánica.

El último parte médico facilitado por el hospital señala que el matador de toros se encuentra sedado y sometido a "seroanalgesia" después de que el pasado domingo fuese intervenido durante seis horas y media por un equipo de cirujanos generales, cardiovasculares y traumatólogos. En la intervención se resolvió un punto sangrante de colon y se fijó la fractura múltiple de fémur que presentaba.

El hospital hará público esta misma mañana un nuevo comunicado sobre el estado de salud del torero retirado.