Tal como se especulaba antes del 24-M en la Diputación de Sevilla, el resultado de las elecciones municipales se notará sobre todo en la bancada de la oposición. Porque el PSOE no sólo revalida la mayoría absoluta, que ya tenía con 16 diputados de 31, sino que la mejora con uno más que obtiene por el partido judicial de Sevilla, donde en 2011 el PP le ganó por primera vez (ocho, frente a siete diputados) pero en el que vuelve a recuperar terreno. Enfrente tendrá a siete diputados del PP, tres menos que ahora. Dos de ellos los ha perdido en el partido judicial de Sevilla (en el que se incluye la capital, Alcalá de Guadaíra, Mairena del Aljarafe, Gelves o Burguillos, por citar algunos sitios en los que ha retrocedido) y, el otro, por el de Carmona. 

IU mejora y, a pesar de las incertidumbres por la presencia de nuevas formaciones de izquierda, tendrá cinco diputados, uno más que ahora: dos por Sevilla, uno por el partido de Utrera (al que pertenece Los Palacios) y otro por Osuna (donde se concentran los municipios de la CUT) que ya tenía, y uno más que le arrebata al PSOE en el Partido Judicial de Marchena con la mayoría absoluta que el alcalde Miguel Ángel Márquez ha logrado ahora en Aharal. 

Pero lo más novedoso en la historia reciente de la institución será la presencia de nuevos partidos, Democracia Participativa y Ciudadanos, con un representante cada uno, y la desaparición de los andalucistas ocho años después de que quedaran fuera del Ayuntamiento de la capital. Salvo en el mandato 1983-1987, cuando con el despunte de Felipe González el PSOE logró 22 diputados de 31, siempre han estado. Como PSA o PA. Han llegado a ser hasta cuatro representantes, que han ido mermando. En 2011 ya fue sólo uno por el partido judicial de Sevilla. 

Por contra, se estrenan Ciudadanos, la marca de Albert Rivera que gobernará en Espartinas, pero que suma 28 ediles con otra docena de municipios de la zona, y Democracia Participativa Participa Sevilla, el partido instrumental -nada de agrupación de electores, como se dijo- que contó con el apoyo de Podemos en estas elecciones municipales en Sevilla y que ha logrado tres concejales en la capital y casi 30.000 votos que le valen además para tener un representante en la Diputación Provincial de Sevilla. 

La presencia de las nuevas fuerzas hará, probablemente, que -al margen del papel importante, estratégico que, pese a polémicas y reconversiones pendientes, la Diputación tiene para los ayuntamientos y más en tiempos de crisis- la corporación sea objeto de más atención, al menos por el interés que existe por ver cómo estos partidos debutantes van retratándose en las instituciones y si, como pretenden, les dan otro aire. 

La asignación de los 31 diputados se ha retrasado más de lo habitual por el recuento de votos en la capital. Éste se hace entre los partidos que han obtenido al menos un edil dentro del partido judicial (se usan de referencia los que había en las primeras elecciones de 1979, no los actuales) en función de los votos y la Ley D'Hont. Las formaciones suelen esperar a la constitución de los nuevos ayuntamientos, el 13 de junio, para reunirse con sus concejales y determinar quién va como diputado. El ente no se constituye hasta finales de junio. 

Pero, por el momento, no hay nombres cerrados, salvo los candidatos a presidir la Diputación que el PSOE y el PP, dentro de la campaña electoral y para reforzar su presencia en determinados actos a los que han asistido, ya habían confirmado, Fernando Rodríguez Villalobos y Virginia Pérez, respectivamente, que tendrán acta de concejal en los ayuntamientos de Castilleja de la Cuesta y Gines. Para escoger a sus representantes, los partidos suelen tener muy en cuenta a los grupos que han hecho despuntar a los partidos en sus respectivos territorios, aunque puede ser cualquier edil del partido judicial. 

Además de en Sevilla, el PSOE ha logrado mayoría absoluta en las diputaciones de Huelva y Jaén. El PP la ha mantenido en Málaga y Almería, pero sólo ha logrado mayorías simples en las de Granada, Córdoba y Cádiz, lo que ha abierto la posibilidad de que el PSOE pueda formar gobierno con otras fuerzas y que, después de bastantes años, vuelva dirigir la mayoría de las diputaciones andaluzas. 

El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, que repetirá en el puesto en el que lleva desde 2005, preguntado por la llegada de los nuevos partidos, consideró ayer que le dará más pluralidad a la institución y que espera que, la atención adicional que ello suponga, sirva para que se conozca más y para "poner en valor" el papel del ente desempeña para los ayuntamientos. Pese a la mayoría absoluta del PSOE, hablará con todos y les escuchará, asevera. 

Línea de Gobierno

No obstante, Fernando Rodríguez Villalobos insistió en que como apuesta de gobierno continuarán por la misma "senda diseñada de cara al futuro", en la que estarán muy "presentes y pendientes de los municipios más pequeños y rurales", dejando las "historias en las que la Diputación no tiene por qué estar" y respondiendo a las necesidades de los ayuntamientos, en el empleo y en las políticas de bienestar social, porque "ni el paro se ha acabado y los problemas siguen en los pueblos". Como novedad, también quiere profundizar en una "cara más innovadora" de la administración y en la necesaria incorporación de las nuevas tecnologías a su día a día para facilitar la accesibilidad del ciudadano y su relación con la administración. 

Con respecto al especial empeño de la Diputación de Sevilla por las áreas más rurales, apuntó el que probablemente será nuevo caballo de batalla con Bruselas, pasando por Madrid: el reparto de los fondos Feder del nuevo marco que, según explicó, se quieren enfocar a grandes núcleos de población, lo que podría aumentar la brecha que se ha reducido en estos años. Mañana jueves vienen los presidentes en funciones de otras tres diputaciones gobernadas por el PSOE, Badajoz, Jaén y Huelva, que se reúnen con el de Sevilla para elaborar un manifiesto en ese sentido.