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Kanoute se vuelve a mojar

  • El franco-malí denuncia la pasividad internacional ante la gravísima situación de Sarsak, jugador palestino en huelga de hambre al llevar tres años en una prisión israelí sin una acusación firme y sin ser enjuiciado

Frederic Oumar Kanoute agota sus últimas semanas en Sevilla. Con su familia disfruta de esa plácida rutina que da una temporada ya acabada. Mientras resuelve asuntos de su Fundación, no se inquieta por ese futuro profesional lejos de Sevilla, aún sin destino. "Todavía no tengo nada, hay que esperar", se limita a decir y no con gesto grave, sino con una media sonrisa. No parece apurado por la incertidumbre. Cuando se comprometa con algún club (¿Arabia? ¿Emiratos? ¿Qatar?) piensa anunciarlo.

Tan pronto como firme su nuevo contrato, al momento lo sabrán los casi 122.000 seguidores que el franco-malí tiene en Twitter. Y los casi 80.000 amigos que siguen sus pasos en Facebook. Precisamente en las redes sociales saltó esta semana un mensaje solidario que la leyenda sevillista envió con el foco en Oriente Próximo. Otro más, como aquella célebre camiseta interior con la leyenda "Palestina" que exhibió en enero de 2009, al marcar al Deportivo un gol en la Copa. "Dar a Mahmoud Sarsak un juicio justo o soltarlo, requisitos básicos para una democracia", colgó el pasado 11 de junio en las redes en español, en francés, en inglés y en árabe. Su mensaje se expandió de inmediato por la red. Y por supuesto, por esa comunidad islámica en la que Kanoute es un referente.

Mahmoud Sarsak, futbolista palestino de 25 años e integrante de la selección nacional, lleva más de 90 días en huelga de hambre. El 15 de julio de 2009, hace casi tres años, se dirigía desde su ciudad natal, Rafah (sur de la franja de Gaza) a Cisjordania para jugar en el campo de refugiados de Balata, cuando fue detenido por el Ejército israelí en un control, cerca del paso fronterizo de Erez. Desde entonces está encarcelado. El jugador viajó confiado, ya que contaba con un permiso de la Administración Civil del Ministerio de Defensa de Israel. Pero no pudo llegar a Balata.

Sarsak es considerado por las autoridades israelíes "un combatiente ilegal". Y según la ley de combatientes ilegales, las autoridades pueden detener a los sospechosos sin que sea necesario que la fiscalía militar presente pruebas. Las autoridades aseguran que Sarsak es integrante de la organización Yihad Islámica. El pasado 19 de marzo, el joven empezó una huelga de hambre para protestar por su detención sin juicio, su régimen de aislamiento y la negación de visitas familiares.

Futbolistas conocidos y con peso en la opinión pública vienen denunciando durante esta semana la gravedad de la situación de Sarsak, y por extensión, la de los numerosos palestinos detenidos y encarcelados sin cargos concretos y sin derecho a un juicio siquiera. Y el propio Kanoute refleja en su portal oficial esa denuncia común de jugadores como Anelka, Demba Ba, Abou Diaby o Mahmadou Niang.

Kanoute habla sin remilgos: "Si este suceso ocurriera en otro país y lo cometiera otro Gobierno con el que las potencias tengan menos intereses se denunciaría todos los días, incluso se demonizaría a esas autoridades, pero como no es el caso e Israel es un país que mucha gente parece defender ciegamente, puede negar los derechos humanos a gente con total impunidad. Incluso hay israelíes que denuncian estas injusticias, pero al nivel de los que deben tomar las decisiones nunca se hace nada".

El delantero espera que el Gobierno israelí recapacite y dé el paso atrás en el caso de Sarsak y de otros compatriotas que padecen la misma situación: "Mahmoud Sarsak no ha hecho nada, es un futbolista al que detuvieron porque sí, y tiene derecho a un juicio para ver si es culpable de algo o no. En Israel pueden encarcelar a cualquier persona sin tener pruebas directas. Es lo que pasó con este chico. Si saben algo que lo demuestren y que sea enjuiciado. Que Israel se denomine hoy como Estado democrático es una burla, así lo creo, no actúa como una democracia y hay que denunciarlo. Si quiere cambiar de forma de actuar bienvenido sea, pero hoy hacen cosas que no son de un país democrático".

"Lo único que he hecho es denunciar esta injusticia, porque si somos muchos los que lo hacemos igual influimos en la opinión pública. Este chico es el símbolo, es el más conocido porque es futbolista", concluye Kanoute.

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