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Operación 71 en marcha

  • El Sevilla apela a su inercia ganadora para buscar un pleno de puntos en las 5 jornadas y apurar su opción de Champions. Crecen los paralelismos con la campaña de la primera UEFA.

Quién le iba a decir a Unai Emery, después de dejar escapar vivo de Nervión a un Valencia que jugó toda la segunda parte con uno menos, que su equipo, nueve jornadas después, casi dos meses después, iba a disfrutar de un escenario tan colorido y lleno de tesoros como el que tuvo el Sevilla en la primera temporada de Juande Ramos, la 2005-06. Los paralelismos afloran a medida que el equipo sevillista alarga otra de sus rachas positivas.

Ese decepcionante empate a cero ante su último escollo antes de la final de Turín, que acaeció en la noche del domingo 16 de febrero, ante un enemigo entonces directo, ahondaba el segundo bache sevillista de la temporada, con seis partidos sin ganar y tres puntos de los 18 posibles. Pero ya nada fue igual.

El mejor de los últimos 10

Nada hacía presagiar que ese triste empate con el Valencia sería el tibio preámbulo de una fabulosa racha, esta vez sí, sin precedentes: jamás hizo el Sevilla en Primera lo que luego logró en las seis jornadas siguientes, derrotar sucesivamente al Rayo en Vallecas (0-1), a la Real Sociedad en casa (1-0), al Almería (1-3), Valladolid (4-1), Osasuna (1-2) y Real Madrid (2-1). Ni el Sevilla campeón de Liga, ni el Sevilla que llevó tanta plata a sus vitrinas hace sólo unos años, lució tamaña racha.

Sólo ese polémico penalti que pitó Martínez Munuera en Vigo a falta de tres minutos para el final del partido vino a descabalgar al Sevilla de su victorioso purasangre. Pero de nuevo se ha encaramado a él con sus victorias ante Espanyol (4-1) y Betis (0-2), hasta el punto de que el equipo de Nervión es, junto con el Atlético de Madrid, el mejor de las últimas diez jornadas. Ambos ganaron ocho partidos, empataron uno y perdieron otro. Pero la diferencia entre goles marcados y encajados hace líder de ese tramo a los sevillistas: 19/6 por 16/6.

El carburante europeo

Como aquel Sevilla que ensambló Juande Ramos hace siete años, el de Unai Emery ha empezado a carburar como un verdadero aspirante en la segunda vuelta. Y como en aquel caso, la aventura paralela más allá de las fronteras ha estimulado la mentalidad de los futbolistas mucho más de lo que ha perjudicado a sus piernas. Las victorias fortalecen y hacen que el cansancio mengüe. Aquel equipo de Palop, Daniel, Jesús Navas, Kanoute y Luis Fabiano empezó a creer realmente en sus posibilidades cuando fue dejando en la cuneta al Lille, el Zenit y, definitivamente, aquel Jueves de Feria ante el Schalke. Juande rotaba pensando en esa UEFA, y aun así, ganaba unos días antes de la final de Eindhoven en Málaga con goles de Renato y Fernando Sales.

Ahora sucede algo muy similar. Siempre ha ganado el Sevilla el partido de Liga posterior a uno de eliminatoria de Liga Europa: tras empatar en Maribor (2-2), victoria en Vallecas con poco fútbol, pero de las que cambian dinámicas; tras ganar a los eslovenos en la vuelta, 1-0 a la Real; después del 0-2 del Betis en el Sánchez-Pizjuán, 4-1 al Valladolid; después del mayúsculo esfuerzo en el Villamarín para remontar, 1-2 en un campo maldito, El Sadar; unos días después de caer 1-0 en Oporto, otra goleada para creer ante el Espanyol y el último caso, el 0-2 en el derbi del pasado domingo tras la épica noche ante los dragones lusos en Nervión. Claro que el fútbol es un estado de ánimo.

Un señuelo al norte

Más similitudes: el Sevilla de hace siete años, tan engolosinado como estaba con ese posible título europeo, se encontró de repente con la cuarta plaza de la Liga a tiro. Osasuna había cuajado una primera vuelta soberbia, de 39 puntos, pero había bajado el listón al tiempo que el Sevilla había metido la quinta velocidad. Finalmente, los pamploneses salvaron la cuarta plaza con una victoria ante el Valencia en El Sadar, que neutralizó el 4-3 ante el Madrid con que el ya campeón de la UEFA abrochó el campeonato. Ambos acabaron con 68 puntos, pero el goal average particular sonreía a los rojillos.

Hoy, el señuelo para el Sevilla también vive en el norte, cerquita de Navarra. El Athletic Club, que había sumado 36 puntos en la primera vuelta gracias a sus remontadas en el nuevo San Mamés, ha aflojado tras cruzar el ecuador. Aun así, sigue con seis puntos de ventaja sobre los de Emery.

La consigna en el vestuario del Ramón Sánchez-Pizjuán es clara. Tratar de ganar los cinco partidos de Liga que tiene por delante: Granada, Villarreal y Elche en casa, y Athletic y Getafe a domicilio. Si el bloque de Emery logra ese pleno de puntos, habrá establecido otra marca de victorias consecutivas en Liga, con siete. Pero eso queda para las estadísticas. Lo realmente trascendente para el club podría llegar con el premio gordo de la Champions.

Teniendo en cuenta que el quince de quince implica una victoria en Bilbao -sin duda lo más complicado de la empresa porque además llega entre la semifinal europea -, a los sevillistas les valdría con que el Athletic pierda el próximo fin de semana en el Camp Nou para amarrar la cuarta plaza con sus 71 puntos. Los leones, aun ganando los otros tres partidos que le quedan al margen de Sevilla y Barcelona -Real Sociedad en casa, Rayo Vallecano y Almería fuera- sólo podrían llegar también a esos 71 puntos y perderían el average particular con los de Nervión.

Curiosamente, esos 71 puntos, marcados como gran objetivo bajo su inercia ganadora, igualarían el mejor registro del Sevilla en una Liga de tres puntos por victoria. Lo hizo el Sevilla de Juande un año después de aquella temporada que tanto se está pareciendo a la actual. Entonces, rozó el título de Liga. Pero eran otros tiempos...

Un dúo que ya hace olvidar a Negredo

A estas alturas de la pasada temporada, Negredo presentaba ya unos registros de delantero top en la Liga: 19 goles en 33 jornadas. Luego, los redondeó con otros seis tantos para acabar con 25. Vital era para este Sevilla que esa producción ofensiva la asumieran los relevos en la punta, Bacca y Gameiro. Y ya lo han hecho: 14 lleva el colombiano y 12 el francés, para un total de 26 y con 5 jornadas por delante. La pasada Liga, la aportación del resto de delanteros fue testimonial: 1 gol Manu. Rakitic y Medel hicieron 7, y el suizo-croata ya lleva 12 en esta campaña.   

Clave la mejoría atrás con Fazio y el doble pivote

En este exitoso tramo de las últimas 10 jornadas, en las que el Sevilla ha sumado 25 puntos, ha resultado fundamental la mejoría defensiva. Sólo el Atlético iguala el registro sevillista de seis goles encajados en la última decena de encuentros. En ningún caso, la zaga de Emery ha encajado más de un tanto por partido. Y en los días de Almería, Valladolid y Osasuna, los tantos llegaron al final de los partidos ya resueltos. Los otros tres los marcaron Real Madrid y Celta (ambos con 0-0) y Espanyol (con 2-0). Mucho ha tenido que ver en la solidez defensiva el estado de forma de Fazio, que cuaja su mejor temporada en el Sevilla, y ese doble pivote en el que se han alternado Iborra, Carriço, M'Bia y Cristóforo. Rakitic, mejor arriba. 

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